Trump juró como el 47° Presidente de los Estados Unidos con la intención de devolver una “edad de oro” al país

Donald Trump se convirtió este lunes en el 47º presidente de Estados Unidos con la firme intención de devolver una “edad de oro” al país y transformarlo a golpe de decreto para erradicar la migración ilegal.

Tras haber jurado “proteger la Constitución” sobre una biblia heredada de su madre bajo la cúpula del Capitolio, el republicano pronunció un discurso de investidura con una batería de medidas para hacer que “Estados Unidos sea grande otra vez”, su lema desde su primer mandato (2017-2021).

El millonario de 78 años prometió firmar múltiples decretos para declarar la emergencia nacional en la frontera con México, bloquear la entrada de migrantes y deportar a “millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”.

Donald Trump asume como el 47 presidente de los Estados Unidos.
Trump brirá más frentes diplomáticos, como cambiar el nombre del golfo de México por el de golfo de América, imponer aranceles a terceros países para ayudar a “enriquecer” a los ciudadanos estadounidenses y recuperar el control del canal de Panamá.

“China está operando el canal de Panamá y nosotros no se lo dimos a China”, insistió el republicano. Y en general revocará varias de las medidas o políticas de su sucesor y ahora ya predecesor, el demócrata Joe Biden.

Por ejemplo eliminará los programas de diversidad sexual, retirará a Estados Unidos, por segunda vez, del acuerdo climático de París y declarará la “emergencia energética nacional” para ampliar significativamente la extracción de hidrocarburos en el mayor productor mundial de petróleo y gas.

Donald Trump asume como el 47 presidente de los Estados Unidos.
Donald Trump prometió una “edad de oro” para Estados Unidos.

También confrontará a los pueblos originarios de su país, ya que anunció que buscará cambiar el nombre del valle Denali de Alaska, el pico más alto de América del Norte, a Monte McKinley. La montaña, que se eleva más de 6.000 metros sobre el nivel del mar, fue rebautizada oficialmente como “Denali” en 2015 por el expresidente Barack Obama, adoptando el nombre utilizado por los nativos de Alaska durante siglos, y el Gobierno local hizo lo mismo en la década de 1970.

William McKinley, el 25º presidente de Estados Unidos, nunca visitó la montaña y no tiene ninguna conexión histórica significativa con el pico ni con el estado de Alaska, aunque fue nombrado en su honor en 1917. “Está claro que Donald Trump está más interesado en maniobras de guerra cultural que en abordar las preocupaciones del pueblo estadounidense”, criticó Athan Manuel, director del programa de protección de tierras del Sierra Club.

Donald Trump asume como el 47 presidente de los Estados Unidos.
La investidura tiene lugar en la rotonda interna del Capitolio debido a la gélida ola invernal que afecta a Washington D.C.

El magnate promete al país una “edad de oro” para que vuelva “a ser respetado en todo el mundo” y una nación en crecimiento que plantará, según él, la bandera en Marte.

Con este juramento concluye el regreso al poder más extraordinario de la historia reciente de Estados Unidos, el de un expresidente que nunca reconoció su derrota de 2020, que clama “venganza” contra sus adversarios, que ha sido condenado por delitos penales, que fue objeto de dos intentos de asesinato y que lideró una campaña centrada en la retórica antimigrante, salpicada de comentarios racistas y sexistas.

Tres de los hombres más ricos del mundo, los magnates tecnológicos Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, lo acompañaron en el acto en el que estuvieron los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.