La creciente ola de inseguridad en Mar del Plata ha generado una alarma generalizada en la comunidad. Hoy le vuelve a tocar el turno a los trabajadores del volante. En los últimos días, los asaltos se han intensificado, y uno de los casos más recientes dejó en evidencia la peligrosidad de la situación.
Anoche, un taxi (Licencia 1645) fue abordado por cuatro sujetos en la parada de San Luis y Avenida Colón. Los delincuentes, tras intimidar al conductor, lo asaltaron y desmantelaron el vehículo. Esta mañana, el auto fue hallado en la localidad de Batán, prácticamente desmantelado, lo que evidencia la rápida escalada del crimen en la ciudad.
Este incidente se suma a la preocupación de los taxistas, que reclaman una mayor presencia policial en las calles, especialmente en puntos de alto tránsito y en zonas donde los asaltos se han vuelto recurrentes. Los trabajadores del sector están pidiendo medidas más estrictas para prevenir nuevos ataques y garantizar su seguridad.
El inicio del verano trajo consigo una mayor afluencia de turistas, pero también una recrudecida actividad delictiva, lo que ha generado un clima de incertidumbre y temor tanto entre los marplatenses como entre quienes visitan la ciudad. La combinación de la llegada de visitantes con el aumento de la delincuencia local ha hecho que muchos se sientan inseguros en las calles.
Este panorama plantea una cuestión urgente: ¿cómo se puede combatir la inseguridad en una ciudad que depende en gran parte del turismo y el trabajo de sus habitantes? Las autoridades municipales y provinciales deben actuar con celeridad para frenar la violencia y devolver la tranquilidad a Mar del Plata. Mientras tanto, los taxistas siguen reclamando más seguridad, conscientes de que su trabajo diario se ha vuelto cada vez más peligroso.