La magia del Cirque XXI abrió su temporada con una función inolvidable, marcada por su impecable puntualidad y la calidez de su carismático clown, que arrancó sonrisas y entusiasmo entre grandes y chicos antes de que comenzara el espectáculo. Cada momento fue una invitación a disfrutar de una noche repleta de color, arte y profesionalismo.
Desde cualquier rincón del lugar, el circo hace que cada espectador se sienta parte del show, gracias al dinamismo de los artistas que se desplazan por todo el espacio, asegurando que nadie pierda detalle. La creatividad y el arte se reflejan en cada vestuario, diseñado para resaltar la magia de los números circenses, mientras que la coordinación perfecta entre las acrobacias y el baterista en vivo da vida a una experiencia vibrante y única.
Entre los momentos más destacados, los clowns brillaron no solo por su humor, sino también por sus elegantes movimientos al estilo de mimos. Las impresionantes coreografías aéreas parecían cuadros en movimiento, perfectos para ser capturados en fotografías. Los saltos con sogas, llenos de energía y precisión, fueron un deleite que el público aplaudió con entusiasmo.
El malambo tuvo su espacio de honor gracias a los “Gauchos de Revolution: The Art of Dance”, quienes llevaron la tradición y el arte argentino al escenario con una fuerza que electrizó a todos los presentes.
Además, el Cirque XXI muestra su grandeza con acciones inclusivas: el próximo 6 de enero, ofrecerá una “Función Distendida” en Mar del Plata, pensada especialmente para niños con autismo y cerebros neurodiversos, reafirmando su compromiso con la diversidad e integración.
Un momento memorable fue cuando uno de los clowns, con gran humildad y generosidad, invitó al público a recomendar no solo al Cirque XXI, sino también a otros circos de Mar del Plata y a los artistas callejeros de la Rambla, con una frase que quedará grabada: “Somos todos artistas”.
El hall de entrada y salida, decorado con sillones y elementos visuales, se convirtió en el lugar perfecto para que las familias inmortalizaran la noche, con fotografías que los hacían sentir como artistas del espectáculo del Cirque XXI , donde vive la magia del arte circense.
Sandra Robbiani