El 2025 comenzó con un fuerte temporal que afectó diversas regiones del país, dejando a su paso un panorama de daños significativos. Entre los lugares más perjudicados estuvieron la Costa Atlántica y el sur del Conurbano bonaerense, donde las ráfagas de viento, la caída de granizo y las intensas lluvias causaron estragos. Desde un tornado que sorprendió en Mar Chiquita hasta inundaciones en Pinamar, el fenómeno meteorológico dejó huellas profundas.
En la localidad balnearia de Mar Chiquita, un grupo de turistas que transitaban por la Ruta 11 captaron la formación de un tornado en un video que rápidamente se viralizó en las redes sociales. Las imágenes mostraban trompos formándose en el cielo, un efecto del choque entre aire caliente y un frente frío.
En ese sentido, vale remarcar que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ya había emitido una alerta amarilla para la Costa Atlántica desde la noche del martes, anticipando tormentas fuertes con posible caída de granizo y ráfagas de viento superiores a los 60 km/h. No obstante, a pesar de la magnitud del temporal en el distrito costero, no se reportaron heridos ni daños materiales significativos en la zona.
A solo 35 kilómetros de Mar Chiquita, en Mar del Plata, el mal tiempo también interrumpió el inicio del año para los turistas. Tras una madrugada lluviosa, el cielo se despejó, y el sol permitió a los veraneantes disfrutar de las playas hasta el mediodía. Sin embargo, desde el oeste se divisó una imponente nube oscura que rápidamente trajo lluvias, actividad eléctrica y fuertes vientos.
El SMN renovó la alerta amarilla para “La Feliz“, advirtiendo sobre la posibilidad de abundantes precipitaciones en cortos períodos, ráfagas que superarían los 60 km/h y ocasional caída de granizo. Aunque los chaparrones y el viento intenso dominaron durante la tarde, las condiciones mejoraron progresivamente, y algunos veraneantes regresaron a la playa para aprovechar lo que quedaba del día.
Pinamar y el sur del conurbano bonaerense, los distritos más afectados
En Pinamar, el fenómeno meteorológico que atravesó la Costa Atlántica fue aún más severo. La tormenta que comenzó en la madrugada del 1 de enero con una lluvia torrencial que acumuló 70 milímetros en pocas horas. En ese momento, cientos de personas celebraban el Año Nuevo en un balneario local, ajenos al desastre que se avecinaba y debieron ser rápidamente evacuados por el temporal.
Sin embargo, la situación se tornó aún más dramática puesto que varios de los asistentes a la fiesta estacionaron sus autos en una zona de desagüe, diseñada para mitigar el efecto de lluvias intensas pero que se desbordó debido al volumen de agua. Como resultado, decenas de vehículos quedaron sumergidos casi por completo lo que derivó la rápida intervención de las fuerzas locales.
En este marco, la intervención de los bomberos fue clave para asistir a los afectados. Las tareas se prolongaron durante la madrugada y la mañana, mientras las precipitaciones no daban tregua. Entre las 3 y las 5 de la madrugada se registraron 40 milímetros de agua, y otros 30 milímetros cayeron entre las 7 y las 9 de la mañana, lo que agravó aún más la situación. En medio de las fuertes lluvias, los equipos de asistencia lograron rescatar varios vehículos, incluidos dos camionetas y un auto atrapados en un canal cercano al lugar del festejo.
El impacto del temporal también fue evidente en el sur del Conurbano bonaerense, especialmente en Florencio Varela, donde las fuertes ráfagas de viento registradas alrededor de las 17 horas arrancaron el techo de chapa de un supermercado chino ubicado en la calle Claudina Thevenet, “Escuchamos un ruido como un trueno, fue muy fuerte”, relató la dueña del local a medios locales.
Según los reportes, la estructura de chapa cayó sobre el tendido eléctrico del barrio, dejando a los vecinos sin suministro de luz. Los testigos del incidente señalan que el episodio fue por demás “sorpresivo” ya que el viento no parecía tan intenso en ese momento, y la misma estructura había resistido temporales más fuertes en el pasado. Sin embargo, a pesar de los daños materiales que sufrió el comercio, no se reportaron heridos.