“La calidad de presentación de los productos es muy buena, y más personas pueden participar en comparación con los remates tradicionales y presenciales”, aseguró Norberto Ise, martillero especializado en remates públicos virtuales, en diálogo con “el Retrato…”. Además, destacó “la función social que cumplen” y señaló: “Están creciendo, como ocurre con todas las actividades que se desarrollan por internet”. Sin embargo, al referirse al impacto de la situación económica nacional, expresó: “Mucha gente solo puede acceder a bienes primarios, como alimentos y cuestiones de salud, lo que ha limitado sus compras”.
En este contexto, Ise afirmó: “Los remates online se adaptan a la nueva forma de vivir, que está marcada por internet. Permiten la participación de un mayor número de personas, provenientes tanto de localidades cercanas como de otras provincias, incluyendo gente la ciudad como quienes trabajan en el campo”.
“Cuando los mercados están a la baja, es buen momento para comprar”
Respecto a los objetos y bienes que suelen rematarse, Ise explicó: “Se rematan muebles, adornos, instalaciones comerciales, vehículos, propiedades, entre otros”. Así, añadió: “En caso de demoliciones de casas o cierre de locales, realizamos la extracción de puertas, ventanas, marcos, y lo que se pueda. Todos sanos para que no se estropeen y se recuperen. Por eso, es también una forma de reciclar objetos que, muchas veces, son de mejor calidad que los actuales”.
Asimismo, ratificó: “Es una buena forma de ahorrar e invertir. Hay mucha gente que, aunque no los vaya a usar, compra objetos y los guarda. Tiempo después decide ponerlos a la venta para recuperar capital y recobra más de lo que invirtieron” y subrayó: “Cuando los mercados están a la baja, es buen momento para comprar. Y en estos tiempos, está todo a la baja. Es un mal momento para todo, pero sí es bueno para los que tienen un mango para invertir y poder hacer valer el dinero”.
A su vez, Ise recalcó: “Por la situación económica, hay gente que está dispuesta a vender objetos con valor sentimental. Ese fenómeno sucede” y detalló: “Lo que bajó es la cantidad de personas que necesitan comprar cosas usadas, porque tienen un salario muy bajo. En otros tiempos, como no podían acceder a muebles nuevos, compraban usados. Ahora, esa gente no accede más que a bienes primarios, comer y cuestiones de salud, y se limitó en sus compras”.
“Me gusta la tarea, cumple una función social”
A pesar de tener 70 años, Ise continúa con los remates online. “En cada uno, participan entre 100 y 150 personas. Además, llegamos a más de 6000 personas en forma directa. Por whatsapp se comunica el catálogo, la fecha, el horario y el enlace para entrar al remate”, informó. Tanto en Facebook como Instagram, se encuentra como “Remates Ise”. Asimismo, 223 527-0753 es el teléfono de contacto para asesorarse y participar de los remates.
“Muchas veces me encuentro con gente que me para en la calle y me comenta que se pudo hacer la casa, o que está planeando otra”, rememoró Ise y aseguró: “Si no damos, no recibimos. Es el concepto de propiedad transitiva”. En esa línea, destacó: “Vendimos un grupo de sillas de comedor. Nuevas valen más de 350.000 pesos cada una, y se fueron por 25.000 cada unidad. Una mesa de comedor buena, sana, de dos metros por uno, se vende entre 70 y 80000 pesos promedio”.
“La gente no quiere que entre un desconocido a su casa”
Sobre este boom de los remates online, Ise analizó: “Hay fenómenos que ayudan. Por ejemplo, existen páginas como Market Place, que son anónimas, donde la gente entra, publica y muchas veces hace trampa o miente. Eso hace que el gran público se retire de esos espacios. Sobre todo, de comprar, pero también para vender. Por eso, el hecho de que en los remates online haya una persona responsable, con un registro de colegiados y que se hace cargo, hace que sean cada vez más elegidos”.
“Son una forma de vender en la que el vendedor también puede participar, incluso, en medio del remate y donde queda todo grabado. Es muy transparente, y con garantías. En 38 años de experiencia no nos pasó nunca, y es prácticamente imposible, que se comercialicen objetos robados o de alguna forma no legales. Tomamos recaudos. Somos responsables del objeto a vender, desde que lo recibimos hasta su entrega. Y más si se trata de bienes registrados”, subrayó Ise.
Por último, manifestó: “Existe gente que habla mal de los remates. Son creencias populares difundidas a propósito, con mala intención, y muchas personas se quedan con esa versión y no participan. Si no se sabe cómo es un remate, se trata de ir, preguntar y exigir. Como en todos lados”.