El 16 de diciembre no fue un día más para BRUTO. Fue un hito, una celebración de sueños concretados, de desafíos superados y de logros alcanzados. Hace 9 años, Federico Goransky imaginó lo impensado: crear un boliche en Playa Grande que se convertiría en un ícono indiscutible de la noche marplatense. Lo que comenzó como un desafío, hoy es el lugar, que tanto locales como visitantes identifican con admiración.
En su noveno aniversario, BRUTO se vistió de gala y de magia. La noche prometía ser especial, y desde el primer momento, lo fue. El dress code formal anunciaba una velada única: hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, deslumbraron con su elegancia y aportan un brillo singular a la fiesta. La multitud, elegantemente vestida, hacía que hasta caminar entre ellos resultará un desafío agradable y lleno de vida. Entre los invitados, se destacó la diversidad de asistentes: funcionarios, integrantes del deliberativo, judicial, deportistas, empresarios, estudiantes, laburantes y periodistas compartieron el espacio, demostrando que BRUTO es un punto de encuentro que une a todos.
A las 21 en punto, las puertas se abrieron, y el lugar cobró vida. El personal, impecablemente ubicado, recibía a cada invitado con simpatía y distinción. Las camareras, identificables por las luces rojas de red, y los camareros con sus brazaletes led, brindan un toque futurista y sofisticado.
Pero el momento cósmico llegó de repente, como una ola que lo envuelve todo: dos cantantes líricos irrumpieron en escena y lograron que todas las miradas se posaran sobre ellos. Sus voces, potentes y majestuosas, anunciaron el inicio de un espectáculo inolvidable. Lo que siguió fue un desfile de talento: DJ´s bailarines, cantantes y hasta legendarios malambistas, quienes fueron ovacionados con una despedida merecida.
El techo de BRUTO, iluminado con llamaradas danzantes, creaba la ilusión de un cielo ardiente que se encendía y apagaba al ritmo de la música. La iluminación robótica cruzaba el espacio con destellos vibrantes, y cada rincón se convertía en una experiencia visual inigualable. La multitud, elegantemente vestida, hacía que hasta caminar entre ellos resultara un desafío agradable y lleno de vida.
Por lo general, escuchamos historias de eventos extraordinarios en otras partes del mundo. Pero este lunes por la noche, Mar del Plata tuvo su propia estrella, con nombre propio: BRUTO. Este espacio no sólo jerarquiza la noche de la ciudad, sino que también la eleva, demostrando que Mar del Plata tiene un nivel que no teme competir con los mejores del mundo.
Felicitaciones a Federico Goransky y a su padre, el siempre presente Sergio (más conocido como “Mono”), por soñar en grande, por hacer de BRUTO una realidad y por celebrar 9 años de éxitos. Más allá de la fiesta espectacular, BRUTO es también sinónimo de trabajo y oportunidades para tantos marplatenses.
¡Por muchos años más de brillo, música y celebraciones inolvidables!
Sandra Robbiani