“Es un día simbólico. La Bendición de las Aguas es para el cuidado de todos los que nos cuidan”, expresó el intendente Guillermo Montenegro, quien encabezó la tradicional Ceremonia de Bendición de las Aguas que inaugura de forma oficial la temporada estival. Por su parte, el administrador apostólico de Mar del Plata, Monseñor Ernesto Giobando, señaló: “Vamos a hacer el gesto de bendición, pero es el mar el que nos bendice a nosotros”.
De este modo, en el Torreón del Monje, en una soleada pero ventosa mañana, estuvieron presentes el intendente, Monseñor Giobando, el presidente y vicepresidenta del Ente Municipal de Turismo y Cultura (EMTURyC), Bernardo Martín y Johanna Panebianco, el presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR), Santiago Bonifatti, el presidente del Ente Municipal de Deportes (EMDER), Sebastián D’andrea, el secretario municipal de Educación, Fernando Rizzi, la presidenta del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero, además de otras autoridades municipales y miembros de fuerzas militares y de seguridad. Asimismo, vecinos y turistas se acercaron a contemplar y ser parte dela ceremonia.
En este contexto, sobre las aguas que bañan la costa marplatense, Monseñor Giobando remarcó: “Los ojos se agrandan para contemplar semejante e imponente belleza del Creador, con el fin de brindar a los humanos alimento, corrientes, oxígeno, armonía y vida que no cesa. Es cuidado como el principal tesoro de la tierra”.
Y agregó: “Sus costas y playas donde el sol se entretiene y calienta los cuerpos que en la arena se tienden para recibir su energía y vitamina que preserva de otros males en latente espera. Estas aguas saladas que reciben nuestros baños, surcando las olas, entretenido y reconfortante juego de niños, jóvenes y ancianos. Y los socorristas que desde el atalaya vigilan nuestras zambullidas, cotean los vientos e izan las banderas. Gracias por su auxilio y arriesgar sus vidas. Son como pastores atentos a su rebaño”.
Asimismo, el evento contó con expresiones artísticas. Por un lado, en representación del Instituto Musical Romairone, Gustavo Sosa en teclado y Tiziano Maiaru en voz interpretaron el Himno Nacional Argentino. A su vez, la Guardia Nacional del Mar realizó una presentación de gran envergadura, destacándose por su precisión y gala, lo que añadió un toque especial a la ceremonia.