Roberto Giordano, reconocido peluquero de numerosas celebridades, murió este viernes a los 75 años. Su deceso se produjo en el sanatorio Mater Dei, donde permanecía internado en el marco de una cirugía.
Giordano enfrentaba problemas de salud desde hace tiempo, lo que complicó su estado general. Su legado en el mundo de la peluquería y la moda es indiscutible, habiendo trabajado con diversas figuras del espectáculo y con paso por numerosos programas televisivos.
Conocido por su estilo único y su carisma, Giordano se convirtió en un referente en el ámbito de la belleza. Su trabajo no solo lo llevó a ser el peluquero preferido de muchas celebridades, sino que también le permitió establecer una marca reconocida.
A mediados de mayo, Giordano se refirió a las afecciones cardíacas que tenía. En aquella oportunidad, había anticipado que iban a realizarle un cateterismo el Instituto de Diagnóstico para ver cómo estaban sus arterias. “Posiblemente, me hagan otro stent más (sic). Yo tengo tres bypass… Acá en Uruguay tengo una cardióloga que me controla, pero todos estos estudios me los voy a hacer allá, en la Argentina”, aclaró por entonces.
Giordano, quien se encontraba radicado desde hace años en Uruguay, había sido condenado meses atrás a tres años de prisión por “insolvencia fraudulenta”, tras declararse culpable ante el juez Jorge Alejandro Zabala, de crear empresas falsas y utilizar testaferros para ocultar bienes y evitar el embargo por la Justicia.
“Trabajo desde los 13 como peluquero, era ayudante. Barría las peluquerías y bueno… La Argentina te castiga. Yo tenía 500 empleados, de los cuales 100 fueron a juicios laborales. La Argentina es inviable para un inversor y hasta que no se cambien las leyes por una ley laboral que favorezca también al empleador…”, se defendía.
“Acá tienen una mentalidad muy distinta. Uruguay es un país chico que tiene todo, que tiene llegada (sic) jurídica… Cuando manejo tengo cuidado con las motos, porque a las cinco de la tarde salen todos de trabajar, y miro más lo que están haciendo las motos que lo que hago yo. Acá se cuida a todo el mundo, porque acá el que rompe paga”, decía sobre su cambio de vida en el país vecino.
Sin embargo, el estilista aseguraba no tener rencores con la Argentina. “Me dio todo. Yo amo la Argentina. Yo estoy acá en Uruguay por los afectos”, aseguraba en referencia a su hijo Luciano y sus nietas Pía y Lara, que se encontraban viviendo allí. “La Argentina va a salir adelante, confío en Milei y que la Argentina va a crecer. (…) Yo amo a mi país y va a salir adelante. Si cambian las leyes laborales va a ser maravilloso. A mí me tocaron las leyes viejas, pero la Argentina nueva… A mí me tocó el kirchnerismo, que el empresario tenía que morir, pero bueno, con la Argentina nueva viene un empresario nuevo. Lo económico no sirve, no te llevás nada. Lo importante es la salud. ¡Vamos por una Argentina nueva!”, subrayaba con entusiasmo.
El hombre detrás de un imperio
Fue a comienzos de los 90 que Giordano comenzó a posicionarse como uno de los empresarios de la moda más poderosos del país. Su verborragia, sumada al crecimiento de su cadena de peluquerías, lo llevó a organizar una serie de desfiles que se convirtieron en un clásico veraniego, en Pinamar y en Punta del Este.
Valeria Mazza, Pampita Ardohain, Dolores Barreiro, Nicole Neumann y muchas otras top, fueron protagonistas de esas pasarelas que solían tenerlo como conductor, generalmente acompañado por su amiga Teté Coustarot. Figuras internacionales como Sophia Loren, Robert De Niro, Alain Delon y Jean Claude Van Damme también solían participar desde la platea, como invitados especiales de esos glamorosos encuentros que llegaron a ser televisados en el prime time de los canales de aire.