La primera Marcha Regional Universitaria reunió a estudiantes, docentes y trabajadores en una movilización que culminó con un festival cultural y una feria de ciencias en el Museo MAR.
Este viernes, la ciudad fue testigo de la primera Marcha Regional Universitaria, una movilización que tuvo como protagonistas a la comunidad educativa, investigadores del Conicet y trabajadores de la región, todos unidos en una manifestación en defensa de la educación pública. Bajo el lema “Con la universidad pública no se jode”, la marcha partió desde el Rectorado de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y se dirigió hacia el Museo MAR, donde finalizó con un festival cultural y una feria de ciencias.
Abigail Araujo, secretaria gremial de ADUM, expresó la importancia de esta jornada: “Nuestra expectativa es que la marcha sea una medida más, que siga poniendo en agenda el conflicto universitario que no está resuelto. El gobierno no ha querido resolver la falta de presupuesto, ha vetado la ley que permitía retrotraer el presupuesto a noviembre de 2023 y ahora el Congreso Nacional está estudiando el presupuesto 2025” y destacó la necesidad de mantener la presión y continuar con el plan de lucha para asegurar la financiación adecuada para el próximo año.
Desde APU, la secretaria general, Mariana García, destacó la importancia de la unión entre todos los sectores universitarios y sus trabajadores. “No es solo una lucha por salarios, es una lucha por el reconocimiento y la dignidad de nuestra labor y el derecho a la educación pública de calidad” Según Schadwill, si bien las marchas anteriores lograron que se actualizaran algunas partidas presupuestarias, los salarios de los trabajadores siguen quedando por debajo de la línea de la pobreza: “El 50% de nuestra planta está en esa situación; compañeros y compañeras que no llegan a fin de mes, que no tienen para el traslado en colectivo hasta su puesto de trabajo. Esa es la realidad que nos obliga a salir a las calles”
Gustavo Santos Ibáñez, secretario general de SUTEBA, reiteró la urgencia de la situación: “Este ajuste no solo afecta a la educación superior, sino también a la ciencia, la tecnología y la vida de los trabajadores en general. Es un ataque a nuestro derecho a una educación de calidad y al desarrollo del país”.
Por su parte, Ezequiel Cabrera, presidente del Centro de Estudiantes de Arquitectura, ofreció una perspectiva desde las filas estudiantiles: “Aquí estamos, todos juntos, porque queremos mostrar que las universidades no están vacías, como muchos dicen”. Explicó que los estudiantes se enfrentan a un desafío diario, que trabajan y estudian al mismo tiempo, y que a menudo tienen que trasladarse desde localidades vecinas como Miramar y Santa Clara. “Estudiamos lo que podemos, como podemos” afirmó.
Pese al viento la movilización se llevó a cabo en un clima de firmeza y esperanza y concluyó con un festival artístico en la explanada del Museo MAR, donde participaron colectivos culturales y se instaló una feria de ciencias organizada por trabajadores del Conicet. La comunidad universitaria y la sociedad en general continúan expectantes y comprometidas en la defensa de la educación pública y su financiamiento adecuado para el futuro.