En las últimas horas, ingresó en el Senado bonaerense un proyecto para prohibir los vehículos de tracción a sangre, un viejo deseo que la oposición puja por hacer realidad desde hace varios años, y que ahora la legisladora radical Flavia Delmonte busca que salga a la luz.
En rigor, la iniciativa de Delmonte pretende erradicar el uso de animales en actividades como transporte, recolección y reparto en zonas urbanas, para “resguardar su bienestar a través de la promoción de su adopción responsable y la prohibición de su comercialización y explotación”.
“A raíz de los sucesivos acontecimientos de maltrato animal, el último conocido en San Clemente donde obligaron a un caballo a desencajar una camioneta en la arena, es imperioso dar una solución urgente a la utilización de animales en vehículos de tracción a sangre, lo cual representa una problemática social, económica y ambiental en todo el territorio bonaerense”, enfatizó Delmonte.
La propuesta de la senadora del bloque UCR-Cambio Federal, plantea alternativas laborales más sostenibles para los trabajadores y tiene como objetivos, además, la reducción de la siniestralidad vial y la prevención de enfermedades de origen zoonótico.
“Resulta necesario implementar políticas públicas que atiendan las cuestiones sociales y éticas que subyacen de dicha actividad, promoviendo un desarrollo social más justo y sostenible de nuestra comunidad, reconociendo la dignidad y los derechos de los trabajadores y de los animales usados como vehículos de tracción a sangre”, agregó la legisladora de la oposición.
Con esta normativa, la intención de Delmonte es trabajar para prohibir los vehículos de tracción a sangre animal, excepto en aquellos eventos históricos, tradicionalistas o folklóricos que cuenten con una autorización previa emitida por autoridades competentes.
En cuanto a las sanciones, el proyecto estipula una serie de condenas y multas para quienes incumplan la restricción incluirán el secuestro de los animales. No obstante, en caso de que los infractores no puedan costearlas, también propone cursos de capacitación como alternativa.
“Finalmente, se le concederá al Poder Ejecutivo la facultad de reglamentar la ley en un plazo de 90 días, así como de coordinar su implementación con los municipios bonaerenses, asegurar el destino adecuado de los animales decomisados y realizar las previsiones presupuestarias necesarias para su correcta ejecución”, sentencia el texto de Delmonte.
La prohibición de la tracción a sangre, un viejo deseo de la oposición
En mayo, el diputado bonaerense del PRO, Martiniano Molina, reflotó proyecto de su autoría para prohibir los vehículos de tracción a sangre animal en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, que había perdido estado parlamentario en marzo de 2022.
El texto original, lleva la firma no solo del diputado Molina sino también de su par del bloque Acuerdo Cívico (UCR+GEN), Nazarena Mesías, y del ahora exmiembro de la Cámara baja provincial y actual legislador porteño del PRO, Sergio Siciliano.
“La tracción a sangre implica la utilización de un animal para un trabajo forzado, actividad propia de épocas en que la tecnología para el transporte eran justamente los animales”, cuestionaron en los fundamentos del proyecto los legisladores opositores.
Justamente, en 2022 las diputadas cambiemitas María Laura Ricchini, Rocío Antinori y Melisa Greco (estas dos últimas ahora exlegisladoras) también presentaron un proyecto para terminar con los vehículos de tracción a sangre en las zonas urbanas bonaerenses, con excepción de las competencias, fiestas o desfiles que requieran su utilización.
“Los animales utilizados para las tareas de tracción a sangre, son expuestos a largas jornadas de trabajo, en condiciones insalubres, con escasez de agua y comida. Siendo a su vez, en ocasiones, sometidos a golpes y demás maltratos. Resultando que muchos mueren en la vía pública, ya sea por inanición o agotamiento”, aseguraron las autoras del proyecto.