El consumo de drogas, tanto lícitas como ilícitas, ha aumentado significativamente en Mar del Plata, especialmente durante la pandemia, aseguróDaniel Tunoni, operador y acompañante socioterapéutico en diálogo con “el Retrato” . La crisis sanitaria y el aislamiento llevaron a muchas personas a incrementar las dosis de medicamentos recetados y a recurrir al consumo de drogas, lo que ha generado un preocupante incremento de la dependencia en todas las franjas etarias.
“Muchos pacientes que ya consumían psicofármacos recetados comenzaron a automedicarse durante la pandemia, duplicando las dosis para lidiar con la ansiedad y la depresión”, comentó Tunoni, experto en tratamiento de adicciones, quien trabaja en la prevención y recuperación de personas afectadas por el consumo de sustancias. Los casos de abuso de medicamentos como Alplax y Valium, entre otros, se volvieron comunes, agravados por el estrés de la situación pandémica.
El impacto del aumento de las adicciones se reflejó en todos los grupos de edad, pero sobre todo entre los más jóvenes. “Los chicos fueron particularmente vulnerables. La pandemia afectó emocionalmente a muchas personas que ya sufrían de depresión, y eso llevó a un abuso de la medicación”, señaló Tunoni (FOTO) , quien también recalcó que este fenómeno no se limitó únicamente a los psicofármacos, sino que también se dio un notable aumento en el consumo de alcohol y drogas ilegales.
Mar del Plata: un epicentro de consumo de drogas y delincuencia
La ciudad de Mar del Plata no ha escapado de esta problemática. Según Tunoni, se ha convertido en uno de los lugares con mayor consumo de drogas como el paco y la cocaína. “El consumo en la ciudad es terrible, y las drogas más dañinas como el paco están haciendo muchísimo daño. Cada vez más personas recurren a estas sustancias, y vemos que este problema se está extendiendo”, explicó.
La conexión entre el consumo de drogas y la delincuencia también es preocupante. “Muchas veces, para poder acceder a las drogas, los adictos recurren al delito. La adicción los lleva a robar para conseguir dinero y comprar sustancias. Es una enfermedad que supera la capacidad de control de la persona”, advirtió Tunoni. Además, resaltó que algunas personas nacen y crecen en entornos donde el consumo es habitual, lo que normaliza esta conducta desde una edad temprana.
El consumo de inhalantes como el Poxiran también se ha vuelto más común entre los jóvenes, generando serios problemas sociales. Según el especialista, “este tipo de adicciones afectan no solo a los individuos, sino también a las familias, creando situaciones de violencia y desesperación”.
La falta de tratamiento y el rol del Estado
Uno de los aspectos más alarmantes es la ausencia de un abordaje integral por parte del Estado. “No hay suficientes lugares de tratamiento en Mar del Plata. Los centros que existen son privados y el Estado no tiene un plan serio para abordar este problema”, denunció Tunoni. Esto se agrava con el hecho de que gran parte de la población en situación de consumo pertenece al sector más vulnerable. “Con un 54% de pobreza, muchas personas no tienen acceso a obra social ni a un tratamiento adecuado”, agregó.
El especialista trabaja de manera voluntaria en distintos barrios y centros comunitarios, tratando de dar charlas y brindar herramientas a las familias afectadas. “La prevención es clave, sobre todo en los más chicos. Tenemos que poner el foco en los niños desde los 5 o 6 años, porque es en esa edad cuando empiezan a formarse y a percibir su entorno. Los padres y maestros deben estar más atentos”, señaló.
El desafío de las adicciones en verano
La situación tiende a empeorar durante el verano, cuando el turismo y las actividades nocturnas aumentan en la ciudad. “En fiestas, bares y lugares nocturnos se da mucho consumo, y no hay un control exhaustivo sobre la entrada de drogas. La sustancia entra por algún lado, y es muy difícil evitarlo”, comentó Tunoni, quien también destacó que es necesario un trabajo de control más riguroso y campañas preventivas más efectivas.
“El consumo de drogas es una problemática mundial, pero en Mar del Plata, el impacto es mayor debido al alto nivel de pobreza y a la falta de políticas públicas. Es fundamental que el Estado tome un rol más activo en la prevención y el tratamiento de las adicciones”, subrayó. Además, señaló que resulta clave que haya campañas televisivas y radiales que informen sobre los riesgos del abuso de sustancias.