En el marco de los despidos en distintas dependencias del estado nacional, en el mes de marzo de 2024, Crhistian Carreras, un trabajador de planta permanente del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas, fue cesanteado violando su derecho de defensa.
En la sociedad actual se intenta tanto naturalizar los despidos, que Crhistian pensó que era uno más de los miles y miles de trabajadores y trabajadoras del estado que pierden su fuente de trabajo y que ya no se podía hacer nada.
Sin embargo, el 4 de octubre la Justicia Federal del trabajo suspendió su cesantía y ordenó que vuelva a su lugar de trabajo. La sentencia se fundó en la violación de su derecho de defensa y protegiendo su trabajo con un sentido alimentario tanto para él como para su familia.
“El despido arbitrario es un acto inhumano que ataca a la dignidad de la persona y lo despoja del único elemento que tiene para proyectar su vida y la de su familia, como es el salario. Festejamos con Crhistian y su familia esta medida cautelar que no solo le devuelve el trabajo, sino su dignidad”, afirmaron Fernando Forio y Valeria Pérez Martín, socios de Pampa Estudio Jurídico, quienes actuaron como apoderados legales del actor.