Argentina atraviesa una crisis profunda pero silenciosa: el desfinanciamiento casi total del sistema científico. Esta situación no solo afecta a los equipos de investigación y sus proyectos, sino que también pone en riesgo los avances logrados en temas cruciales, como la lucha contra enfermedades endémicas como el Chagas.
En este vasto campo del conocimiento, que abarca desde la farmacología y las ciencias biológicas hasta enfoques educativos y sociales, Mariana Sanmartino, doctora en Ciencias de la Educación e investigadora del CONICET, advierte que el problema más grave es la pérdida de personal altamente capacitado que el país ha formado con años de esfuerzo.
“Una becaria de nuestro equipo, que defendió su tesis el año pasado, no obtuvo la beca postdoctoral para continuar su trabajo y decidió dedicarse exclusivamente a la docencia”, relata Sanmartino en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM. “Otra investigadora en formación de un laboratorio amigo decidió emigrar ante la falta de oportunidades en Argentina”.
Este éxodo de científicos, que afecta a diversas disciplinas, no solo representa la pérdida de talento, según Sanmartino, sino que también impacta directamente en la continuidad de los proyectos de investigación. “Formamos a una becaria durante cinco años y luego todo ese conocimiento se aplica en otro país porque aquí no hay oportunidades. Es una pérdida total para Argentina y nuestra soberanía“, lamenta.
El impacto es palpable en los equipos de investigación, que se desintegran al no contar con recursos ni personal. “Cada vez menos personas aplican a becas porque ya no lo ven factible. Sin dinero para insumos, es imposible obtener resultados, y sin resultados, las líneas de investigación se estancan”, advierte Sanmartino, destacando la paradoja de un sistema científico que exige, pero no ofrece lo necesario para cumplir.
Hacia una Argentina libre de Chagas
Sanmartino recuerda que, hace algunos años, las condiciones para enfrentar el Chagas en el país parecían mejorar. “Vimos más cerca la posibilidad de avanzar hacia una Argentina libre de Chagas. La reglamentación de la Ley de Chagas y las acciones de visibilización eran un primer paso positivo“, explica.
Capacitaciones
En ese contexto, se implementaron capacitaciones, y Sanmartino participó como docente en una diplomatura sobre el manejo integrado de vectores, dirigida a técnicos de campo. “Hubo un convenio con el Ministerio de Salud para incentivar la participación de estos técnicos, lo que representaba un primer paso para profesionalizar su formación, abordando incluso temas de género y comunicación”, subraya la investigadora. Sin embargo, estos avances parecen cada vez más lejanos ante la falta de continuidad en las políticas públicas y la reducción de fondos.
Avances
Durante años, los equipos de investigación dedicados al Chagas han sido fundamentales para avanzar en la educación, el diagnóstico, tratamiento y control de la enfermedad. No obstante, con el desfinanciamiento actual, muchas de estas líneas de trabajo se ven truncadas. Sanmartino enfatiza que sin los recursos humanos y económicos necesarios, es imposible que los avances se mantengan al ritmo requerido. “El sistema nos pide proyectos y resultados, pero sin insumos ni apoyo, no podemos seguir adelante“, concluye. (InfoGEI)Ac