En una agitada sesión el Concejo Deliberante aprobó, entre otros temas, la construcción de la torre de 35 pisos en la zona de Alem y Falucho, dividiendo las opiniones entre quienes impulsaron la iniciativa, ediles de la oposición y de los trabajadores de la UOCRA que colmaron la barra del Deliberativo para expresar su apoyo “por la generación de una nueva fuente de trabajo”.
La excepción al Código de Ordenamiento Territorial (COT) fue aprobada por el oficialismo local y La Libertad Avanza. Por otro lado, Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense votaron en contra. El proyecto, presentado por Paisajes Urbanos MDP, incluye un edificio de tres niveles en una manzana entre las calles Alem, Aristóbulo del Valle, Falucho y Gascón.
Además, se contempla la preservación y refuncionalización del chalet de María Frers de Mahn, conocido como Villa La Robla, que es de interés patrimonial. También se incluyen dos propiedades con valor patrimonial, aunque aún no están declaradas.
El debate atrajo a vecinos opositores a la construcción, así como a la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), que apoya la creación de empleos. El proyecto ha generado divisiones en la comunidad y un intenso debate sobre el desarrollo urbano y la preservación del patrimonio.
“Están destruyendo nuestro patrimonio. No se pongan la mano en el corazón, sáquensela del bolsillo”, exigió una vecina en el recinto, reflejando el descontento de quienes defienden el valor arquitectónico del entorno. Los críticos del proyecto advirtieron que la torre y el edificio adicional alterarán irreversiblemente el carácter residencial y cultural de la zona.
Los bloques de Acción Marplatense, Frente Renovador y Unión por la Patria votaron en contra del expediente, denunciando las excepciones como una “entrega del patrimonio marplatense a los intereses del mercado inmobiliario”. Sin embargo, la mayoría del oficialismo prevaleció, dando luz verde a esta iniciativa que transformará sectores clave de la ciudad.
Además, el oficialismo aprobó otro proyecto que modifica la zonificación de terrenos cercanos al Bosque Peralta Ramos, permitiendo la construcción de un barrio cerrado en una área que hasta ahora estaba protegida por normativas urbanísticas, generando también rechazo entre opositores y vecinos. También se le dio el “visto bueno” al Parque Industrial 2