El Consejo Superior de la UBA decidió por unanimidad adherir y convocar a la Marcha Federal Universitaria que tendrá lugar el próximo miércoles 2 de octubre frente al Congreso Nacional. La medida responde a la preocupación generalizada por la falta de financiamiento adecuado para las universidades públicas, el deterioro de los salarios de sus trabajadores, y la amenaza del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario 2024.
En su intervención ante el Consejo, el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, expresó: “Hoy estoy convencido que el gobierno tiene un plan sistemático, metódico y gradual para la destrucción de la educación pública”. En ese sentido, criticó la decisión del gobierno de vetar una ley que, según expresó, “hubiera representado una mínima porción del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, pero que es crucial para el sostenimiento del sistema universitario”.
El rector lamentó que, a pesar de las movilizaciones multitudinarias de abril, donde la comunidad universitaria expresó de manera masiva la necesidad urgente de apoyo estatal, no hubo mejoras y detalló: “Cinco meses después veo que no aprendieron nada en ese momento”.
La Marcha Federal Universitaria se da en el marco de una protesta coordinada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), con el apoyo de organizaciones sindicales docentes, no docentes, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y la Federación Universitaria Argentina (FUA). Todas estas instituciones coinciden en la necesidad urgente de un incremento en el presupuesto destinado a las universidades públicas, no solo para garantizar su funcionamiento, sino también para sostener salarios dignos y asegurar la continuidad de la investigación y la formación académica de miles de estudiantes en todo el país.
La última marcha universitaria en Plaza de Mayo, el pasado 23 de abril
Además de enfrentar el desafío presupuestario, la UBA cumple una función clave en el sistema de salud argentino, ya que cada año los hospitales universitarios brindan atención médica a más de medio millón de pacientes, un servicio que se encuentra en riesgo ante la falta de recursos. El desfinanciamiento compromete también la calidad académica, poniendo en peligro la formación de los futuros profesionales del país.
“Esta universidad convoca nuevamente a la sociedad argentina a que apoye este reclamo y participe de la marcha convocada en defensa de la universidad, la educación y la ciencia públicas y en reclamo por la situación salarial de sus trabajadores y por un presupuesto universitario que garantice el cumplimiento de sus fines”. expresó Consejo Superior en un comunicado.
Uno de los puntos más críticos del reclamo es el posible veto a la Ley de Financiamiento Universitario 2024, que había sido aprobada por el Congreso. Esta ley, que busca garantizar los fondos necesarios para el funcionamiento del sistema universitario público, está en riesgo de no ser implementada si el Poder Ejecutivo decide vetarla. Frente a este escenario, la UBA solicitó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que interceda ante el presidente Javier Milei para evitar dicho veto y asegurar la promulgación y ejecución de la ley.
La protesta del próximo 2 de octubre se anticipa como una de las movilizaciones más grandes en defensa de la educación pública de los últimos años. La comunidad universitaria, encabezada por la UBA, se prepara para reclamar nuevamente por un presupuesto que permita sostener las actividades esenciales de enseñanza, investigación y servicios a la sociedad, y para frenar el que consideran un ataque directo a uno de los pilares fundamentales de la vida social y cultural del país.
Si bien la marcha tendrá su epicentro en la Plaza del Congreso, Víctor Moriñigo, presidente del CIN y rector de la Universidad Nacional de San Luis, anticipó que será “bien federal” y expresó: “Ojalá se nos llame pronto para poder resolver cómo financiar el sistema universitario y la ciencia y la tecnología de nuestro país”.