El pasado 23 de abril, el sistema universitario nacional realizó una marcha histórica con masiva convocatoria a Plaza de Mayo en defensa de la educación pública. Ante el continuo desfinanciamiento que siguen sufriendo las Casas de Altos Estudios, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) convoca nuevamente a paro y marcha federal.
La medida de fuerza, impulsada junto a los rectores, gremios docentes y no docentes universitarios, será el próximo miércoles 2 de octubre. “El Gobierno no puede desentenderse de la educación pública. Como establece la Ley de Educación Nacional, la educación pública es un derecho social que debe garantizar el Estado”, marcaron desde CTERA
Durante la movilización, se reiterará la defensa del presupuesto educativo, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), se exigirán fondos para infraestructura escolar, becas y comedores escolares, fondos para las universidades y una Nueva Ley de Financiamiento Educativo. Además, las comunidades educativas marcharán en contra de las reformas jubilatorias y del ajuste en educación técnica.
“Desde que (Javier) Milei asumió el gobierno, venimos exigiendo paritaria nacional docente, FONID, fondos para comedores escolares, infraestructura y programas nacionales educativos, y formación docente. La respuesta del Gobierno es un ajuste y desfinanciamiento como nunca antes visto en 40 años de democracia”, repudiaron.
Emergencia salarial en los docentes y no docentes universitarios
En este contexto, aumenta la preocupación y la emergencia salarial que afecta tanto a docentes como a no docentes de las universidades públicas de todo el país. Además, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) difundió un informe que arrojó cifras alarmantes para el sector.
Al mes de julio de 2024, más del 85 por ciento de los docentes universitarios se encontraban por debajo de la línea de pobreza. Asimismo, el 92 por ciento de los docentes sin antigüedad y el 87 por ciento de los docentes con diez años de antigüedad cobraban un salario por debajo de la línea de pobreza.
En tanto, los salarios de más del 60 por ciento de los no docentes universitarios, también, se encontraban por debajo de la línea de pobreza. El 79 por ciento de los trabajadores sin antigüedad, que cuentan con categorías cuatro, cinco, seis y siete, y el 63 por ciento de aquellos con diez años de antigüedad (categorías cinco, seis y siete) cobraban un salario por debajo de la línea de pobreza.