Hockey: Un arbitraje que dejo serias dudas y que enciende las alarmas

De un tiempo a esta parte el Hockey, tanto femenino como masculino, ha tenido un crecimiento exponencial bajo la conducción de la Asociación Amateur Marplatense de Hockey digno de aplaudir.

Es en este marco que los fines de semana, tanto las canchas municipales, como el Sintético de Agua, y las sedes de los clubes marplatenses congregan no solo decenas de deportistas, sino también de numeroso público, seguidor de este deporte.

Para esta época los encuentros tanto de la Línea A, como la B están en pleno desarrollo e, independientemente de quienes ya se perfilan para estar en los Top del campeonato, la competencia se vive a full.

Paralelamente comienzan a surgir temas en los que la Asociación debería comenzar a ver más en detalle, atento a la violencia que se originan en ciertos fallos arbitrales, y si bien quienes son los encargados/as de impartir justicia son seres humanos y pueden fallar, lo visto este fin de semana en el Estadio Panamericano ponen en duda la capacidad e idoneidad de quienes los arbitran.

Un ejemplo claro se dio en el que podría llamarse “clásico vecinal”: Náutico vs. Talleres, quienes jugaron tres de los cuatro cuartos con dientes apretados y devolviendo “ataque por ataque”, con velocidad, pero errando el golpe decisivo.

A minutos del final del “tercero” las conducidas por Nicolás Akel,  habían logrado ponerse en ventaja, lo que hacía prever que el último iba ser tan emocionante como los anteriores por la impronta que le impondrían las conducidas (este sábado) por Fabian Mendiola.

Pero no fue así. El “diablo metió la cola”, desmadrándose por completo el arbitraje de Catalina Zaninovich y Ayelén Palavecino.

El ataque de las representantes del barrio Villa Lourdes como se preveía fue intenso, pero no lograban doblegar la férrea defensa de las del corazón portuense. Fue entonces cuando “empezó a tallar” las determinaciones del árbitro Palavecino, que en los últimos 10 minutos del encuentro cobró a su favor mas de una docena de corner cortos en favor de Talleres, muchos de los cuáles , de dudosa legalidad, a pesar de los reclamos eran validados merced a una interpretación personal de quien comandaba ese ataque tan “especial”.

Fue en ese “envión favorable” que Talleres logró el empate a la salida de uno de esos innumerables cortos a los 56 minutos de juego.

Allí Palavecino parecía se había calmado en su “entusiasmo” por los cortos, pero quedaría la frutilla del postre: A décimas de segundo del final, pitó un nuevo corner, el que fue malogrado por las jugadores “tallarines” a pesar de haber mandado su DT a todas las jugadoras a las puertas del área rival.

Demás está decir que los simpatizantes del “tricolor” que ocupaban parte de las tribunas del Sintético estaban mas que enardecidos, y si no pasó a mayores fue por la intervención de dirigentes de ese Club, que pusieron paños fríos; pero la violencia estuvo a punto de estallar ante lo que consideraban una “inclinación premeditada” hacia la valla del Náutico.

Lo que prometía ser una fiesta por poco no termina de forma brutal, ante lo que entendían como un ensañamiento de parte de quienes tenían la obligación de conducir por buen camino un espectáculo deportivo.

Hoy el análisis está en manos de la Asociación Amateur de Hockey Marplatense. Tienen la opción de poder observar el video del encuentro, sacar sus conclusiones y actuar en consecuencia.

…parafraseando al inmortal Diego Maradona podría decirse “La bocha no se mancha”.

Lo entenderán?