“En la construcción en seco, es tan importante contar con un material homologado de primera calidad como disponer de una mano de obra especializada”, indicó Antonio Tanzi, empresario y dueño de Pinturerías Drap, en diálogo con “el Retrato…”. De este modo, analizó que “Mar del Plata está incorporando” este tipo de construcción.
Asimismo, destacó que “en la ciudad conviven la construcción tradicional y la construcción en seco, pero la situación está cambiando. La construcción en seco está en auge. Muchas empresas la están aplicando, y también hay muchos contratistas. A nivel nacional también está creciendo”.
“Llegó el futuro de la construcción”
“Este cambio, además de los beneficios propios de la construcción en seco, sucede por cuestiones económicas. La crisis genera complicaciones para quienes quieren construir o refaccionar su casa con recursos tradicionales”, señaló Tanzi.
En este contexto, subrayó: “para que los trabajos sean bien hechos, es necesario contar con materiales homologados y de primera calidad, así como también disponer de una mano de obra calificada y especializada. Por eso, desde muchos espacios se está trabajando para formar la nueva mano de obra”.
“Es un oficio con rápida salida laboral”
Sobre esta formación profesional, Tanzi remarcó: “Hace 30 años participo con la escuela de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina). Además, participamos de cursos que brinda la UTN (Universidad Tecnológica Nacional). También existen cursos municipales y realizamos cursos propios, que nos apoyan empresas como Knauf y Barbieri. Asisten y participan tanto personas jóvenes como gente grande. Es un oficio que permite ser cuentapropista”.
En esta línea, rememoró que “antes se tardaba 20 años en ser un oficial albañil” y destacó que “ahora, ser un colocador o instalador en seco, para la lectura de plano y para el desarrollo de la obra, te puede llevar un curso de 60 días y con salida laboral”.
A su vez, también subrayó que en este boom de la construcción en seco “los profesionales, como ingenieros y arquitectos, se están adaptando” y que “a las grandes empresas cementeras, areneras y de cal no les afecta. Es la paralización de la obra pública lo que atenta contra ese sector”.