Como cada 7 de agosto, miles de devotos se acercaron al santuario de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo en el catolicismo. En Moreno y Nasser, se congregaron para peregrinar, orar, ser bendecidos, dejar ofrendas y votos, y participar de la tradicional misa. A pesar de las condiciones climáticas, la multitud se mantuvo firme y demostró su devoción.
Desde todos los rincones de Mar del Plata, en auto, colectivo o caminando, un millar de personas visitó el santuario durante toda la jornada. Con pedidos y agradecimientos, los devotos consagraron a San Cayetano en su día. Asimismo, las características espigas de trigo se hicieron presentes para conmemorar al santo.
UNA MULTITUD EN LA PROCESION CON LA IMAGEN DEL SANTO
Durante la tarde, nubes grises cubrían el cielo, pero la histórica procesión comenzó de todas formas. San Cayetano fue sacado en andas de su santuario para alegría y regocijo de los presentes. Con cuidado, la multitud se agrupó detrás de la imagen del santo y comenzó a recorrer las calles de la ciudad.
“Junto a San Cayetano, pedimos paz, pan, salud y trabajo”, recitó la congregación mientras avanzaba por Moreno. Más de una cuadra de gente ocupó tanto la calle como las veredas. La procesión continuó hasta Estado de Israel, donde dobló hacia la avenida Colón. Con cantos y rezos, los devotos caminaron bajo la incipiente llovizna.
TRÁNSITO MUNICIPAL LE DIO LA ESPALDA A SAN CAYETANO
Al llegar a la avenida, se notó la ausencia del personal de Tránsito. La procesión, utilizando sus propios medios y recursos, ocupó un carril mientras el tránsito vehicular era detenido. En este contexto, la peregrinación continuó su recorrido hasta Nasser. Allí, se dirigió hacia Moreno, donde se preparaban el espacio y los elementos necesarios para la celebración de la misa.
Con solemnidad y gran respeto, las autoridades parroquiales y los presentes rindieron homenaje a San Cayetano. La misa celebrada fue la más convocante de la jornada. Sin dudas, este 7 de agosto quedará grabado en la memoria de los devotos, quienes demostraron su fe y esperanza de manera palpable.