El índice de pobreza en argentina alcanzó 54,9% y el de la indigencia el 20,3% en el primer trimestre de este 2024, según el relevamiento que realizó el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), de la Universidad Católica Argentina (UCA), sobre los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
“Las tasas de indigencia y de pobreza infantil habrían alcanzado niveles casi record: 7 de cada 10 niños viven en un hogar pobre, mientras que tres de cada 10 lo hacen en un hogar indigente, es decir con ingresos que no cubren el valor de un Canasta Básica Alimentaria (CBA)”, informó el director del ODSA, Agustín Salvia.
En este sentido, desde la UCA alertaron que en comparación con el cuatro trimestre del 2023, el índice de pobreza subió en un casi 10% y la indigencia hizo lo propio en casi un 6%, dado que el primero fue del 45,2% y el segundo alcanzó el 14,6%.
“Casi la mitad del incremento interanual registrado en ambas tasas, con respecto a los primeros tres meses de 2023 (38,7% la de pobreza y 8,9% la de indigencia) tuvo lugar antes de finalizar el año”, detalló Salvia y agregó que las causas principalmente se basan en la devaluación y su impacto en los precios, mientras que los salarios no vieron el mismo incremento.
En línea con lo que alertó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), desde la OSDE aseguraron que a partir de diciembre de 2023 el consumo cayó estrepitosamente y la situación se vio afectada por la recesión, la consecuente caída de la demanda de bienes y servicios, principalmente en el sector informal.
“Esto explica la caída en la pobreza de trabajadores asalariados formales y clases medias cuyas remuneraciones no lograron acompañar la inflación, incluidos los jubilados y pensionados, al mismo tiempo que caían en la indigencia trabajadores informales pobres ante la falta de demanda de trabajo y mayor competencia de precios”, detalló Salvia.
Vale precisar que, la CAME alertó tambiénb este domingo que una de las medidas que decidieron tomar los comerciantes de las micro, pequeñas y medianas empresas (pymes) fue la reducción del personal por la falta de consumo y el aumento de aranceles en los impuestos y logística, como una medida paliativa ante la falta de respuesta por parte del Gobierno nacional.
Por caso, el informe que dio a conocer el Observatorio ubicó en el primer lugar a la región de Gran Resistencia, Chaco, como el sector con la tasa más alta de pobreza con el 79,5%, seguido está Formosa con un 72%, mientras que detrás de La Rioja, Santiago del Estero y Concordia se encuentran los partidos del Gran Buenos Aires que tienen un 61,9% de personas que viven con bajos recursos.
En caso del índice de indigencia los partidos del Gran Buenos Aires, llegan al cuarto lugar con 25,1%, mientras que Gran Resistencia vuelve a estar en primer lugar con el 38,6%, Santiago del Estero con el 29,9% y Concordia, Entre Ríos con el 25,7%.
De todos modos, desde la UCA indicaron que los pronósticos para el índice de la pobreza e indigencia son esperanzadores, dado que aseguraron hubo incremento de haberes jubilatorios y programas sociales, así como también acuerdos salariales con un mejor posicionamiento, por lo que desde el OSDE aseguraron que esperan que uno caiga al 49-50% y el otro haga lo propio al 17-18%.
“Dado que cabría esperar que la inflación siga bajando y que las remuneraciones continúen lentamente ajustándose al alza, lo cual permitiría cierta reactivación del consumo; se puede suponer una cierta caída de ambos indicadores pero todavía muy lenta, sin cambio alguno en la matriz económico-ocupacional que genera los niveles estructurales de pobreza que registra Argentina”, sostuvo Salvia.
Asimismo, el titular del Observatorio destacó que la situación económica actual se superaría con la creación y mejora de los empleos, pero según consideró “ese horizonte todavía no está a la vista”, con lo cual supuso que los cambios en las tasas sería lento.
La UCA dio a conocer el daño psicológico en los hogares monoparentales
En otro apartado de los informes que da a conocer la UCA, detalló que las mujeres que son jefas de hogares que tienen mayor sintomatología ansiosas y depresiva que los hombres, al igual que el impacto de los sentimientos de infelicidad, la sensación de insatisfacción y tristeza, particularmente en contextos de desocupación y pobreza.
En rigor, el informe detalla que 36,3% de las jefas de hogar experimentan malestar psicológico, mientras que los hombres alcanzan el 24,9%, en tanto que 83% de las mujeres desempleadas que viven en hogares monoparentales sufren más, dado que del sexo masculino lo siente solo el 11,4%