“Hice una campaña entera creyendo en que se iba a llegar al gobierno para bajar impuestos y no solo subieron sino que el ministro sale a decir que muchos van a tener que vender dólares para pagarlos.” Con esa frase, Carolina Píparo liquidó a un usuario que la había llamado “tarada” en la red social X.
Antes de eso, la diputada, que compitió por la gobernación bonaerense encabezando la boleta de La Libertad Avanza, había cuestionado al ministro de Economía, Luis Caputo, que justificó la emisión por compras en el Mercado Único y Libre de Cambios, el MULC y afirmó que el objetivo de su gestión siempre fue “secar la plaza de pesos”.
Ese marco fue el que sirvió para que Caputo disparase una de las frases que, para bien o para mal, pica en punta para rankear entre las más recordadas de la gestión libertaria. “La realidad probará que en breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos”, dijo el ministro, y agregó: “El peso va a ser la moneda fuerte”.
A la oleada de reacciones que convirtió esa declaración en la definición más importante de la jornada, se sumó la diputada que abandonó el espacio libertario para formar su propio bloque en la Cámara de Diputados ni bien Javier Milei asumió la Presidencia.
“Hola ministro, no lo conozco ni conozco su plan, pero en lo único que se me ocurre pensar mientras leo esto es en las personas que no tienen un solo dólar, y esperar que ustedes ya hayan pensado en lo mismo. Saludos”, escribió Píparo que se volvió a convertir en blanco de la bronca libertaria en la ex red social del pajarito.
No es algo a lo que la diputada esté desacostumbrada. Desde el momento en que se fue del armado mileísta para montar sus propios bloques en el Congreso y la Legislatura bonaerense, Píparo no esconde sus diferencias con la gestión nacional y sus críticas no se concentran sólo a los aspectos relacionados con las políticas que se aplican en todo el país sino que también se meten de lleno con la vida interna de La Libertad Avanza, la fuerza política que la tuvo como protagonista principal durante toda la campaña y luego la relegó.
El “no lo conozco ni conozco su plan” con el que marcó distancias con Caputo se descubre ese desengaño. El actual responsable de la política económica libertario no formó parte de la campaña ni del armado del plan con el que Milei fue ganando terreno en la escena pública hasta convertirse en el candidato más votado del país. De hecho, en tiempos electorales, el hoy ministro representaba uno de los antagonistas preferidos de lo candidato libertarios que recorrieron la argentina con motosierras y dólares gigantes.
Esas miradas empezaron a cambiar con el pacto que Milei y Mauricio Macri sellaron para la segunda vuelta electoral y tuvo su volantazo definitivo cuando Patricia Bullrich fue designada como ministra de Seguridad; Luis Petri, ministro de Defensa; y Caputo quedó al frente del Palacio de Hacienda.
“Ninguno de ellos fue parte del equipo de campaña ni iban a ser parte del equipo de gobierno, basta con repasar un poquito el año pasado para ver cómo eran las cosas”, escribió ayer la diputada ante los cuestionamientos que la acusaron de “desconocer” las políticas llevadas adelante por Caputo y su equipo.
Los enojos de Píparo
Desde un sello sin ningún tipo de experiencia previa en la provincia, Píparo obtuvo el tercer lugar en las elecciones del año pasado. Obtuvo casi dos millones de votos menos que el gobernador Axel Kicillof, pero quedó ubicada apenas dos puntos porcentuales por debajo de la boleta de Juntos por el Cambio que encabezó Néstor Grindetti. Una cosecha importante cuyos frutos esperaba recoger con la victoria nacional de Milei. Pero eso no pasó.
El Presidente había hecho pública su designación al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), pero los acuerdos que el liberal libertario empezó a privilegiar para afirmarse en la gobernabilidad, la dejó a un costado y puso en ese lugar al cordobesista Osvaldo Giordano. A quien echó antes de los tres meses de gobierno.
El desengaño de Píparo fue el primero de una serie de discusiones internas que iban a profundizarse en La Libertad Avanza con la puesta en marcha de la gestión y, sobre todo, el comienzo de los debates parlamentarios.
Si bien la excandidata a gobernadora que había llegado al Congreso desde la boleta que encabezó José Luis Espert en el 2021 continuó acompañando las iniciativas oficiales, conformó su propio bloque, Buenos Aires Libre, y ordenó hacer lo propio a sus representantes en las dos Cámaras de la Legislatura bonaerense.
Hace un mes, después de votar en contra del proyecto acordado entre los bloques opositores para subir las jubilaciones, Píparo decidió despacharse contra sus ex compañeros. “Resulta que desde que se llegó al gobierno, y les recuerdo que trabajé mucho para que eso suceda, no se puede disentir en una sola coma con los “liberales”, se convirtieron en un enjambre de violentos, ignorantes e intolerantes que defienden lo indefendible y creen que pueden cambiar algo desde un teclado”, escribió en la red social que hoy elige para expresarse ante la indiferencia que también recibe del puñado de medio que la pusieron en el centro de la escena en la campaña.
“Se están convirtiendo en todo lo que ya vimos y rechazamos”, les advirtió entonces, y agregó: “El fanatismo mancha las ideas indefectiblemente, reflexionen porque no es por ahí. Hasta pronto”.
Cobijo para los exiliados
Píparo ocupó su primer cargo legislativo en la legislatura bonaerense, donde llegó de la mano de María Eugenia Vidal, en 2017. No fue su primera incursión en política, mundo al que había llegado en el año 2011, cuando el entonces gobernador Daniel Scioli la nombró en el Banco Provincia.
Se enojó con el macrismo y se sumó a Avanza Libertad, el espacio Espert, Avanza Libertad, y coronó como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de ese año. Desde allí focalizó sus críticas al Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y acrecentó sus dardos contra el intendente platense Julio Garro, ambos del PRO.
Cuando Espert saltó al PRO, ella se abrazó a Milei. El tiempo y las actitudes del armado libertario generaron el enroque.
Sin embargo, la partida de Píparo no fue la única fuga legislativa del oficialismo en Diputados, cuya interna se llevó puesto al MID, donde se enrolaba el primer presidente de bancada del oficialismo en tiempos libertarios: el también bonaerense Oscar Zago, que hoy negocia arrimar su bloque a la bancada del PRO que comanda Cristian Ritondo.