En concurrida asamblea trabajadores de ADUM decidió no iniciar las clases en el segundo cuatrimestre en la Universidad Nacional de Mar del Plata. El conflicto, ampliamente conocido, alcanzó su punto culminante el 23 de abril con una marcha masiva que contó con la participación no solo de la comunidad universitaria, docentes, no docentes, alumnos y graduados, sino de toda la sociedad. Esta marcha fue en defensa de la educación superior pública y gratuita frente al recorte de fondos del sistema educativo por parte del gobierno de Javier Milei.
Días antes, el gobierno nacional intentó disuadir la manifestación que eventualmente se convirtió en una gran movilización. A pesar de ello, solo se acordó un aumento del 70 por ciento en el presupuesto universitario para gastos de funcionamiento en todas las instituciones educativas, una cifra muy por debajo de la inflación, considerando que el presupuesto vigente ya estaba aprobado para cubrir los gastos del año 2023.
Posteriormente, la Universidad de Buenos Aires (UBA) recibió un aumento presupuestario del 270 por ciento, lo cual llevó a que el resto de las universidades realizaran otra marcha el 23 de mayo para exigir el mismo trato. Esto, en un intento por cubrir los costos de funcionamiento de las instituciones educativas, mientras que la inflación acumulada desde principios de 2023 alcanzaba el 290 por ciento, aún sin haber sido compensada.
En otro ámbito, los salarios del personal docente y no docente, que representan aproximadamente el 90 por ciento del presupuesto universitario, sufrieron un incremento del 16 por ciento en febrero, 12 por ciento en marzo, 9 por ciento en abril, 8 por ciento en mayo y 4 por ciento en junio. Sin embargo, el aumento acumulado del 59 por ciento quedó muy por debajo de la inflación del 118 por ciento desde diciembre, lo que resultó en una pérdida real del poder adquisitivo del 50 por ciento.
Ante este panorama y después de numerosas jornadas de paro y manifestaciones sin obtener una respuesta satisfactoria sobre la recuperación salarial del personal universitario, y considerando que el presupuesto de las universidades no solo se compone de gastos de funcionamiento, ADUM decidió en asamblea no iniciar las clases después del receso invernal. El reclamo también incluye el restablecimiento del FONID para los docentes de otros niveles.