El destino de Gabriel Mestre
Fue el propio Bochatey quen este jueves informó cuál será el destino de Mestre y confirmó que seguirá en La Plata. El administrador apostólico comentó en una ronda con periodistas de la ciudad que llegó a un acuerdo con el ex arzobispo para que se quede colaborando, al menos hasta que sea designado un nuevo titular de la Iglesia platense, en las parroquias y capilla de la diócesis que no tienen sacerdote.
De acuerdo a lo que se desprende de las palabras de Bochatey, la relación suya con Mestre no se vio afectada por la crisis que terminó con su salida. La charla para acordar su continuidad y la decisión del sacerdote saliente de seguir colaborando dan cuenta de ello.
Bochatey también explició que la intención es dar continuidad a las iniciativas y proyectos que estaba llevando adelante Mestre como arzobispo, entre ellas la decisión de abrir los archivos de la Iglesia. Y ratificó que los problemas que motivaron su salida no se registraron en La Plata sino en Mar del Plata.
Los motivos de la renuncia de Gabriel Mestre
Las especulaciones respecto a los motivos de la renuncia de Mestre surgen de su propia carta, donde habla de “percepciones distintas” respecto a lo ocurrido en Diócesis de Mar del Plata desde que él la dejó para ser Arzobispo platense.
“Días atrás, la Santa Sede me convocó en Roma a dialogar sobre algunos aspectos de la Diócesis de Mar del Plata luego de mi traslado a la Arquidiócesis de La Plata al ser designado arzobispo metropolitano por el Papa Francisco. En la Ciudad Eterna, después de confrontar algunas percepciones distintas con lo acontecido en la Diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023 hasta la actualidad, el Papa Francisco me pidió la renuncia a la sede platense”, dice el arzobispo en un tramo de la carta dirigida a los platenses.
Y agrega un párrafo que sugiere el sostenimiento de su postura en esas “percepciones distintas”: “Con profunda paz y total rectitud de conciencia ante Dios por cómo obré, confiando en que la Verdad nos hace libres (cf. Jn 8,32), y con obediencia filial y teologal al Santo Padre, inmediatamente redacté mi renuncia, que fue aceptada y hecha pública el día de hoy”, señala Mestre en una carta publicada.
Aunque ni Mestre ni el Vaticano dan precisiones en torno a esa diferencias de apreciación, fuentes eclesiales consultadas, afirman que la renuncia de Mestre se relaciona con algunos hechos sucedidos en Mar del Plata tras su salida para tomar posesión en la arquidiócesis platense. Puntualmente, al papa Francisco en un principio no le habría gustado una especie de “lobby” realizado en La Feliz a favor de quien fuera vicario de esa diócesis, el padre Luis Albóniga, para suceder a Mestre.
Si bien Albóniga se desempeñó como administrador diocesano, su “mando” duró hasta la llega del sucesor de Mestre designado por el Papa, monseñor José María Baliña, quien hasta entonces era obispo auxiliar de Buenos Aires. Pero la estadía de Baliña en la ciudad balnearia duró poco, ya que hacia fines del 2023 presentó su renuncia alegando problemas de salud y familiares.
Pero la situación habría empeorado tras la designación del (segundo) nuevo obispo marplatense, monseñor Gustavo Manuel Larrazábal, de buena relación con Francisco. Es que el religioso renunció antes de asumir, y en el mundo eclesial afirman que una “jugada” orquestada en Mar del Plata, con la publicación de una notr en el diario La Capital donde se hablaba de un presunto caso de abuso por parte del obispo, fue clave para que tomara la determinación de no ocupar el cargo.
En medio de estos suceso, se dio el sorpresivo traslado de Luis Albóniga a Jujuy, que derivó en u,na solicitada en el diario La Capital pidiéndole (sin nombrarlo) explicaciones al mismísimo Papa, y ahora la abrupta renuncia de Mestre al arzobispado de La Plata.