Este jueves fue desplazado el secretario de Adolescencia, Niñez y Familia, perteneciente a la esfera del Ministerio de Capital Humano, Pablo De la Torre, tras conocerse que la cartera que conduce Sandra Pettovello retuvo cerca de 5 mil toneladas de alimentos destinados a comedores populares y organizaciones sociales.
Según informó la cartera de Capital Humano, a raíz de una información recibida sobre el estado y fechas de vencimiento de determinados productos adquiridos por el gobierno anterior “se ha llevado a cabo una auditoría y se ha decidido limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control permanente de stock y de vencimiento de mercadería”.
En esa línea, el cuestionado Ministerio de Capital Humano anticipó que “se realizarán las investigaciones administrativas correspondientes”, tras lo cual anunció que puso en marcha un protocolo para la entrega inmediata de los alimentos de próximo vencimiento por medio del Ejército Argentino.
Cabe destacar que, el ahora exsecretario de Niñez y Familia era uno de los pocos funcionarios que se mantenía desde el organigrama original del Ministerio de Capital Humano, que se encuentra erosionado por las renuncias y movimientos de direcciones.
El escándalo por la retención de alimentos le valió al Gobierno una secuencia de movilizaciones y denuncias en su contra, Pablo de La Torre habría presionado a Pettovello, insistiendo en que “no se puede dejar de repartir alimentos”. Las tensiones entre el funcionario y la Ministra habrían escalado a tal punto, que desde la cartera se decantaron por desplazarlo.
Desde el entorno del hermano del actual senador bonaerense, Joaquín de la Torre, se quejaban de que “Pablo no tenía el control del tablero”, para aminorar el escándalo de los alimentos no entregados. Incluso, una de las escenas que graficó con exactitud esto, fue cuando ante una concentración de las organizaciones sociales, la propia Pettovello salió a afirmar que “atendería de a uno a quienes tuvieran hambre“.
Por ello, y ante la presión que se intensificada sobre la cartera de Pettovello, con dos manifestaciones, una denuncia judicial, y reclamos, en más de una oportunidad, de la Iglesia, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, expresó: “Dios quiera que rápidamente se abran esos depósitos para que los hermanos con tantísimas necesidades puedan disfrutar de su alimento diario”, la salida De la Torre fue inminente.
Es preciso señalar que, De la Torre llegó a la gestión de Javier Milei además porque tenía un excelente vínculo con los principales referentes de la Iglesia, los cuales se vieron perjudicados no solo por la falta de entrega de los alimentos a los comedores populares sino por la falta de medidas de contención social, ante el ajuste brutal.
Una demostración explícita de ello, fue el pasado 25 de mayo, cuando ante el jefe de Estado libertario, el Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge García Cuerva, pidió “mayor compromiso y cercanía con los que sufren”, durante el Tedeum en la Catedral Metropolitana, y cuestionó las acciones de la dirigencia nacional “divorciadas de la ciudadanía de a pie”.
“¿Qué estoy haciendo por los más pobres? porque fácilmente nos sale decirle a otros que se comprometan pero yo ¿qué hago?, ¿podremos mirarnos y responder esa pregunta sin echar culpa como adolescentes sino desde la responsabilidad de hacernos cargo?, incluso si es necesario realizando una autocrítica madura que tanto necesita escuchar alguna vez nuestro pueblo”, cuestionó el Arzobispo