La magnitud de la tensión diplomática entre España y Argentina de las últimas horas no conoce antecedentes cercanos en la larga historia de la relación entre ambas naciones. Ninguno de los dos Gobiernos adopta una actitud que tienda a desescalar el conflicto. Por el contrario, la Casa Rosada rechaza emitir una disculpas y exige una retractación por parte de Pedro Sánchez, presidente de España. “No hay nada sobre lo que tengamos que disculparnos. Esto lo empezaron ellos atacando al presidente (Javier) Milei”, aseguró un funcionario del Balcarce 50 que frecuenta al Jefe de Estado.
Las declaraciones dan cuenta de que Argentina no torcerá el brazo en el cruce de diatribas entre Milei y el Palacio de la Moncloa. En el Gobierno deslizan que el presidente español utiliza el conflicto con el líder de La Libertad Avanza para posicionar a los parlamentarios de su país a días de las elecciones del Parlamento Europeo. Los partidos liberales y de derecha aspiran a hacer una elección que les permita sumar volumen político en el órgano soberano de la Unión Europea.
El presidente Sánchez conoce ese panorama y encuentra en su par argentino a un dirigente con el que polarizar para fortalecer su discurso progresista. La cercanía de Milei con Vox y su líder, Santiago Abascal, le da argumentos en ese sentido.
Por estas horas, en Balcarce 50 no acusaron recibo de la decisión de España de retirar a su embajadora. Tras el conflicto con Milei, José Manuel Albares Bueno, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, dio la orden de llamar a “consulta sine die” a la representante diplomática de su país. María Jesús Alonso Jiménez, representante del Gobierno español en Buenos Aires, llegó a Madrid para comparecer ante esa medida.
Milei no hará ningún gesto político para aliviar la tensión con Sánchez. Incluso, mantendrá su línea narrativa y exige un pedido de disculpas de Madrid. Es algo que no sucederá, según se supo a través de asesores que transitan el Palacio de la Moncloa. El canciller español advirtió este lunes que apelarán a la Unión Europea para ejercer presión diplomática sobre la Casa Rosada. “Que hagan lo que considere. Nosotros no empezamos esto y el Presidente no habló contra España, sino que expresó libremente sus ideas”, se desmarcan cerca del Jefe de Estado libertario.
Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores de Argentina recibió la noticia en pleno vuelo. Regresaba de Estados Unidos tras una gira de especial importancia para Buenos Aires. Realizó gestiones con funcionarios de primera línea del Despacho Oval para profundizar el alineamiento con la Casa Blanca y allanar el camino en busca de fondos frescos para el país.
La jefa de la diplomacia argentina se mantiene en contacto permanente con Alberto Bosch, embajador de Argentina en Madrid, toma nota y emite directivas. De momento, no hubo contactos con su par español, Albares. “No está previsto ninguna bilateral de momento”, detallaron a este medio desde el Palacio San Martín. El diálogo con España se da a través de Bosch, quien esta mañana se reunió con el ministro de Asunto Exteriores de Pedro Sánchez.
Milei no sólo sostendrá su posición sino que el el 21 de junio volverá a viajar a España. Será para recibir un premio del Instituto Juan de Mariana. Es, acaso, una posibilidad de generar un encuentro institucional entre ambos mandatarios. Sin embargo, no hay indicios de que tenga lugar una bilateral. Es un escenario, de hecho, que parece una utopía.
Al margen de la tensión entre Milei y Sánchez, el conflicto con España tiene para Argentina un correlato geopolítico. Dos de las principales banderas que enarbola el Gobierno en política exterior son los procesos de acceso a la OTAN en calidad de “socio global” y a la OCDE como miembro permanente.
Ambas gestiones implican no menos de tres años. En el caso del ingreso a la alianza defensiva, requiere del consenso de todos sus miembros. España es uno de ellos. Y la Unión Europea en general controla junto a Estados Unidos ese organismo internacional.
La canciller Mondino está especialmente concentrada en ambas gestiones. Estuvo en Europa hace 10 días con reuniones oficiales en Bruselas, sede la OTAN y la Unión Europea, así como también en París, donde reside la OCDE. En el Palacio San Martín conocen que la tensión diplomática con España implica una rispidez en esa negociaciones, aunque evalúan que el cruce entre Milei y Sánchez no empantanará las gestiones.