Las petroleras subirán un 4% los precios de sus combustibles en las primeras horas del miércoles, según confirmaron fuentes del sector. La mitad de la suba se debe a una compensación por la devaluación y la otra mitad a la recomposición de precios producto de la inflación.
Es importante recordar que hasta hace algunas horas se especulaba con que la suba sea cercana al 8%, pero el Gobierno nacional postergó hasta junio la actualización de los impuestos a los combustibles.
De esta manera, la nafta súper en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasaría de los actuales $837 a unos $870, mientras que la nafta premium avanzaría de $1.033 a $1.074. Por su parte, el gasoil común dejaría de costar $883 para pasar a vender a un valor cercano a $918. Por último, el gasoil premium avanzaría de $1.123 a $1.167, tomando en consideración los valores más económicos del mercado.
Claro está, que los precios varían mucho de acuerdo a la bandera y a la zona geográfica. En Misiones, por ejemplo, la mayoría de las estaciones de servicio exhiben un valor de $997 para la nafta súper, por lo que es prácticamente un hecho que en las próximas horas ese combustible pasará definitivamente la barrera de los $1.000 en esa provincia.
De todas maneras, más allá de las diferencias de precios, todas las provincias del país vienen sufriendo de fuertes aumentos en las bocas de expendio. Tomando como ejemplo CABA, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper pasó de $163,10 a $744, con lo que registró un incremento total del 356,16% en ese período.
El impacto del impuesto
El Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero pasado, cuando comenzó a aplicarse la primera de cuatro cuotas de incremento en base a la inflación trimestral de 2021 y 2022 según lo dispuesto por la Secretaría de Energía. El Ministerio de Economía espera sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año por este concepto para compensar el intento fallido en el Congreso de subir las retenciones con la primera “Ley Bases”. Una especie de atajo que encontraron para ayudar a sostener el superávit fiscal.
El primero de marzo se computó la actualización del impuesto correspondiente al primer y segundo trimestre del 2023. En abril se aplicó la suba correspondiente al tercer trimestre. Los incrementos promedio de los combustibles fueron 7,5% y 4,6%, respectivamente, lo que totalizó un aumento del 110% desde que asumió Javier Milei.
Según lo definió el Gobierno a través del Decreto 107/2024, en mayo debía trasladarse el incremento correspondiente al cuarto trimestre del año pasado, que sería el de mayor impacto por la aceleración inflacionaria que generó la devaluación. Sin embargo, la fecha finalmente será postergada. Nación confirmó que publicará un Decreto en el Boletín Oficial, a través del cual se diferirá la fecha en la que tendrá efecto la actualización “correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) estimó a través de un informe al que accedió Infobae que el proceso de aumento del ICL implicará, cuando finalmente sea ejecutado, un incremento del impuesto de monto fijo de $70 que eleva el tributo desde $132 por litro a $202, es decir, un salto del 53 por ciento. Teniendo en cuenta los precios vigentes en YPF, proyectaron: “Considerando el valor de un litro de nafta súper, esta actualización del tributo (bajo el supuesto de traslado pleno) implicaría pasar de un valor de $966 a $1.036 en la ciudad de Córdoba, es decir, un incremento del 7,2%. En CABA pasaría de $837 a $907, aumentando un 8,3 por ciento”.