El segundo sábado de Pascua, la Liturgia celebra a la Santísima Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Valle. En Mar del Plata, la Capilla ubicada en Victoriano Montes al 300, que la tiene como Patrona, la honró con gran devoción, culminando los festejos con la procesión por las calles y la Santa Misa que presidió el administrador apostólico de la diócesis, monseñor Ernesto Giobando sj., y concelebró el párroco de Santa Ana, presbítero Juan Cruz Mennilli.
Entre cánticos, oraciones y reflexiones, la imagen de la Virgen del Valle fue recorriendo el barrio, y deteniéndose en algunas casas que tenían preparados pequeños altares con imágenes de devoción propias de cada una de esas familias. Un momento de gran alegría se vivió cuando la procesión pasó por el Jardín de Infantes Nuestra Señora del Valle, ubicado a apenas 100 metros de la Capilla, donde los niños y niñas acompañados de sus docentes y familias, ofrendaron flores y le regalaron dos canciones a quien también es su Patrona.
Al recordar la historia de esta advocación mariana, monseñor Giobando destacó la especial solicitud de María para con nuestra Patria, siendo que en el siglo XVII, cuando sucedió el acontecimiento que da origen a la devoción a la “Morenita” del Valle en Catamarca, también tuvieron lugar las manifestaciones de Nuestra Señora en Luján, en Itatí y en Santa Fe -de donde el prelado es oriundo-, lugar en el que se originó la devoción a Nuestra Señora de los Milagros. Asimismo, resaltó la importancia de tener a María por madre, al afirmar “que sentimos que nos faltaría algo en nuestra devoción, si no tenemos presente a María.”