El Papa Francisco canceló su presencia en la procesión del “Vía Crucis” en el Coliseo

El Papa Francisco presidió este viernes un servicio religioso de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro pero más tarde canceló su participación del Vía Crucis en el Coliseo de Roma para conmemorar el día más sombrío del calendario cristiano, que marca la muerte de Jesús por crucifixión.

Para conservar la salud ante la vigilia de mañana y la Santa Misa del Domingo de Resurrección, esta tarde el papa Francisco seguirá el vía crucis del Coliseo desde la Casa Santa Marta”, indicó el Vaticano en un breve comunicado minutos antes del inicio del rito.

Francisco, de 87 años, ha sufrido algunos problemas respiratorios en los últimos tiempos pero ayer presidió, aparentemente sin problemas, la misa del Jueves Santo en una cárcel de mujeres de Roma y hoy la ceremonia de la pasión de Cristo en la basílica de San Pedro.

La silla desde donde Francisco iba a observar el Vía Crucis (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)La silla desde donde Francisco iba a observar el Vía Crucis (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

La decisión del papa ha sido de última hora dado que se colocó el sillón en el que debía seguir el vía crucis en la colina del Palatino, frente al Coliseo, donde tiene lugar esta ceremonia por ser el símbolo de la persecución de los primeros cristianos.

Francisco escribió personalmente las meditaciones de este año, una primicia en sus 11 años de papado. Incluyen alabanzas a la mansedumbre y el perdón en respuesta a los actos de maldad, y oraciones por los cristianos perseguidos y las víctimas de la guerra.

El Papa, que ha pedido que la Iglesia esté menos dominada por los hombres, también alabó a las mujeres que ayudaron a Jesús mientras cargaba con la cruz, y suplicó por “aquellas (mujeres) que en nuestros días son explotadas y soportan la injusticia y la indignidad”.

En otro signo de su atención a las mujeres, Francisco realizó el jueves el ritual del lavatorio de pies, que recuerda el gesto de humildad de Jesús a sus apóstoles en la Última Cena, en una cárcel de mujeres de Roma.

Viernes santo

El Papa Francisco preside el oficio de la Pasión del Señor del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro del Vaticano (REUTERS/Remo Casilli)El Papa Francisco preside el oficio de la Pasión del Señor del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro del Vaticano (REUTERS/Remo Casilli)

El Viernes Santo conduce al domingo a la Pascua, la fecha más importante y alegre del calendario litúrgico de la Iglesia, que conmemora el día en que los cristianos creen que Jesús resucitó de entre los muertos.

Francisco presidirá la Vigilia Pascual el sábado y el domingo celebrará la Misa de Pascua y leerá su doble mensaje y bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) desde el balcón central de San Pedro.

El Pontífice, de 87 años, con problemas de movilidad y respiratorios, pero que esta semana parecía más en forma, llegó a San Pedro en silla de ruedas, junto a cardenales y obispos, para el oficio de la Pasión del Señor del Viernes Santo.

En años anteriores, Francisco la iniciaba postrado sobre el suelo de mármol de la basílica, pero su estado físico ya no se lo permite. En su lugar, rezó en silencio ante el altar desde su silla de ruedas.

La Pasión del Señor incluye cantos en latín que narran los acontecimientos desde el arresto de Jesús hasta su entierro, y es uno de los pocos servicios en los que el Papa no pronuncia una homilía, dejándola en manos del predicador de la casa pontificia.

Imagen del vía crucis del año pasado (Vatican Media/­Simone Risoluti/Handout via REUTERS/Archivo)Imagen del vía crucis del año pasado (Vatican Media/­Simone Risoluti/Handout via REUTERS/Archivo)

En la octava estación cuando ‘Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén’ para Francisco es la oportunidad de instar a “reconocer la grandeza de las mujeres, las que en Pascua te fueron fieles y no te abandonaron, las que aún hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia”.

Y en este momento, el Papa también reflexiona sobre “si lloramos ante la locura de la guerra, ante los rostros de los niños que ya no saben sonreír, ante sus madres que los ven desnutridos y hambrientos sin tener siquiera más lágrimas que derramar”.

Y Francisco pide: “Tú, Jesús, has llorado por Jerusalén, has llorado por la dureza de nuestros corazones. Sacúdeme por dentro, dame la gracia de llorar rezando y de rezar llorando”.

Cuando Jesús es bajado de la cruz y entregado a María, el Papa observa que “vivimos en un tiempo despiadado y necesitamos compasión“ y pide a la Virgen: “Úngenos con mansedumbre; deshaz las resistencias del corazón y los nudos del alma”.

El tradicional lavado de pies que el Papa realizó este Jueves Santo en una prisión de mujeres (Vatican Media/­Handout via REUTERS)El tradicional lavado de pies que el Papa realizó este Jueves Santo en una prisión de mujeres (Vatican Media/­Handout via REUTERS)

En su oración final, el Papa pide que este momento sirva para abrazar “a los hermanos y hermanas de tantas partes del mundo que sufren persecución a causa de tu nombre; a los que padecen la tragedia de la guerra y a los que, sacando fuerzas de ti, cargan con pesadas cruces”.

“Jesús, juez santo que me llamarás por mi nombre, líbrame de juicios temerarios, chismes y palabras violentas y ofensivas”, ruega también Francisco.

El vía crucis del Coliseo comenzará a las 21:00 hora italiana (20:00 GMT) y está previsto que el Papa lo presida desde la colina del Palatino, mientras que el año pasado no acudió por el intenso frío pues se tenía que recuperar de la bronquitis que le obligó a ser hospitalizado.