Las Universidades Nacionales Públicas se encuentran en estado de alerta por el incomprensible desfinanciamiento , al que identifican como “un feroz ataque al Sistema Universitario y Científico Público que se materializa concretamente en el congelamiento de gastos de funcionamiento a montos de enero del 2023”.
Así lo manifestó a través de un comunicado de prensa el Consejo Académico de la Facultad de Psicología respecto de la situación que atraviesa el Sistema Universitario y Científico Público.
En el documento señalan de manera textual:
Nuestra sociedad está atravesando una crisis que vemos profundizarse con fuerza, día a día, por las políticas implementadas desde la actual gestión del gobierno nacional. Mientras la “motosierra” desfinancia al Estado impidiéndole garantizar el cumplimiento de las funciones que le asigna la Constitución Nacional, la “licuadora” degrada de forma brutal el poder adquisitivo de amplios sectores de la población (tal vez solo con excepción de aquellos ligados a la especulación financiera). No deja de sorprender que estos mecanismos, que generan sufrimiento e incertidumbre generalizados, sean exaltados y festejados desde el propio gobierno.
En este contexto, las Universidades Nacionales Públicas se encuentran en estado de alerta por el incomprensible y feroz ataque al Sistema Universitario y Científico Público que se materializa concretamente en:
- El congelamiento de gastos de funcionamiento a montos de enero del 2023. Con un 276 % de inflación acumulada, que aún con el recientemente anunciado aumento del 70% no garantiza el pago de los servicios esenciales.
- La pérdida del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores docentes y nodocentes, con magros incrementos que quedan muy por debajo de la inflación, equiparable a los niveles de la crisis de la convertibilidad.
- El consiguiente desfinanciamiento de las obras sociales universitarias que conjugado con un fuerte incremento del valor de las prestaciones, genera un preocupante panorama para la cobertura de salud de lxs trabajadores de la Universidad.
- El deterioro de todo el sistema de apoyo a estudiantes (como becas de apuntes y de ayuda económica) enmarcado en el aumento de costos como gastos de transporte y alojamiento.
- El recorte de recursos del Sistema de Ciencia y Técnica, que afecta la capacidad de producción de conocimiento, herramienta imprescindible para el desarrollo y la soberanía de un país (vale recordar que, por ejemplo, nuestra Facultad posee un Instituto de Investigación de doble dependencia UNMDP- CONICET).
- A la asfixia financiera se suma una enorme campaña de desprestigio desde el aparato comunicacional del gobierno donde las instituciones universitarias y científicas son tratadas despectivamente y atacadas a partir de generalizaciones insostenibles. Así, el Sistema Universitario y Científico Público, que ha llevado mucho tiempo y esfuerzo construir, que constituye un capital valiosísimo para nuestra sociedad, que es reconocido por su calidad en todo el mundo y que ha brindado posibilidades de movilidad social ascendente a generaciones, intenta ser mostrado falazmente como mera “caja política” o “centro de adoctrinamiento” como paso previo hacia su desguace.
Por lo antedicho, consideramos que la defensa de la Universidad pública tiene que ser enérgica, a la altura del ataque que está recibiendo e instamos al Honorable Consejo Superior a pronunciarse en ese sentido.
Respecto de la situación particular de la Facultad de Psicología es necesario puntualizar que, desde nuestro campo disciplinar, vemos con preocupación la naturalización y la instigación a la crueldad, al individualismo y al egoísmo propuestos como organizadores centrales de la vida social. Esto tiene evidentes consecuencias desubjetivantes y contrarias a la salud mental que se vuelven rápidamente observables en nuestro entorno.
A pesar de los anacrónicos cuestionamientos a la utilidad de las “humanidades”, la carrera de Psicología fue la más elegida en la UNMDP en la inscripción 2024 y presenta un sostenido crecimiento a lo largo de los años (primer año presenta una inscripción a las asignaturas que prácticamente duplica al de 2019). Esto muestra una disciplina en expansión, que cada vez ocupa más campos de intervención, y una creciente consideración social respecto de la importancia de la salud mental y de la comprensión de los mecanismos psicológicos que determinan el hacer y el sentir de las personas.
También nos vemos obligados a decir que el desarrollo de la disciplina y el enorme aumento de la matrícula no han sido acompañados con un crecimiento equivalente de los recursos asignados a la Facultad.
Sin soslayar los históricos reclamos de la unidad académica respecto de la distribución asimétrica de cargos y dedicaciones docentes queremos puntualizar lo imperativo de la situación edilicia. Por nuestras aulas y estrechos pasillos circulan miles de estudiantes y nuestro edificio ha visto ya superada su capacidad, es por eso que desde nuestra Facultad solicitamos a la Unidad Central que declare la emergencia edilicia e instrumente las medidas necesarias para dar prioridad a las obras de ampliación del edificio de la Facultad.
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