La inseguridad se ha convertido en una preocupación latente para los residentes del barrio Peralta Ramos Oeste. Así lo confirman varios testimonios de vecinos que dialogaron con “el Retrato…”. De esta manera, el estadio José María Minella no es lo único abandonado en el barrio, sino que los vecinos están librados a su suerte, en estado de desidia y solos ante el peligro. Así, argumentan que la zona ni el Parque Municipal de los Deportes se encuentran bien iluminados, no se ve presencia policial y que hechos delictivos son frecuentes.
“A veces tengo que cruzar el Parque, pero me da miedo. Por eso trato de evitarlo y, de ser posible, rodearlo”, manifestó Alma Caro, vecina de la zona. Además, agregó: “cuando vuelvo del trabajo con mi mamá, tenemos que cruzar por avenida de los Jubilados y está todo muy oscuro. No hay luz, ni se ven policías. Caminamos lo más rápido posible, casi corriendo”. En esta línea, manifestó: “cada tanto se ve un móvil policial, pero muy de vez en cuando”.
En este contexto, advirtió que a pesar de la Dependencia Policial ubicada en el Natatorio Olímpico Alberto Zorrilla, “no hay seguridad de nada. No hay nadie”. Dicho espacio junto con las oficinas 3 y 10 de la planta social en el Estadio José María Minella, fueron entregadas a la Policía Bonaerense, en 2022, para ocuparse de la protección, conservación y seguridad en el Parque Municipal de los Deportes y sus alrededores.
“Hace unas semanas, estaba en el patio de mi casa y escuché unos gritos. Era un chico gritando y pidiendo ayuda porque le habían robado la bicicleta. Un vecino salió con la camioneta a buscarlos. Eran dos en moto”, relató Caro.
Por otro lado, “a una vecina la quisieron asaltar al llegar a su casa en el auto. Dos hombres en moto”, narró Juan Carlos Bellino. “Mi hijo escuchó ruidos, salió y se fueron”, agregó. Sobre este mismo episodio, “escuchamos gritos y salimos a ver qué pasaba. Éramos varios vecinos que intentamos ayudar. Era una GLH 150 en la que andaban”, detalló Brian Sinfron.
Estos testimonios reflejan un escenario desolador que ha generado un clima de desamparo y temor en el barrio. Por eso, los vecinos exigen “respuestas urgentes y eficaces” por parte de las autoridades.