Tras la polémica desatada por el aumento del 30% en la dieta de los legisladores, en medio del brutal ajuste que está llevando adelante la administración de Javier Milei, el oficialismo decidió este jueves dar marcha atrás con la decisión.
Es que, el pasado 23 de febrero, los presidentes de ambas Cámaras del Congreso de la Nación, Victoria Villarruel y Martín Menem, autorizaron un aumento del 30% en la dieta de los legisladores, llevando el salario promedio a los $2,5 millones promedio.
Esta decisión caló hondo en la opinión pública, ya que la noticia se dió a conocer en medio de conflictos paritarios, congelamiento de salarios, incrementos en las tarifas y precios y despidos estatales. En síntesis, la decisión del Parlamento no parecía ser acorde “a la austeridad” que pregonaban desde Casa Rosada.
Por todo ello, y 48 horas después de que el oficialismo haya defendido el aumento de salarios, el bloque de diputados de La Libertad Avanza (LLA) anunció este jueves que buscará retrotraer con un proyecto de ley el incremento salarial aplicado en enero y febrero.
En ese sentido, el diputado del bloque libertario, Carlos D´Alessandro, relevó que conversó con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y que “ambos” están de acuerdo en que “hay que retrotraer el aumento que recibimos los Diputados y Senadores”.
“Vamos a presentar un proyecto para dar marcha atrás con los aumentos, esperamos que la Cámara de Senadores, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial se sumen a esta iniciativa”, señaló el diputado libertario.
Sin embargo, esta mañana, el propio Menem hizo referencia a los salarios de los diputados y pidió que se los compare “con los de las legislaturas provinciales, los camaristas, los trabajadores de la AFIP o del Banco Central de la República Argentina” como argumento para defenderlo.
No obstante, al oficialismo vuelve aparecerle el problema del poroteo, ya que de efectivamente presentar un proyecto para reducir las dietas de los legisladores, La Libertad Avanza necesitará el apoyo de todos los bloques para poder avanzar. Tanto para su tratamiento en las comisiones como para que sea debatido y aprobado directamente en el recinto.
Vale recordar que, a la dieta de los legisladores del Congreso, que ahora alcanzan los $2,5 millones, hay que sumarle el plus por desarraigo que cobran buena parte de los diputados y senadores que no son representantes de la Ciudad de Buenos Aires, los pasajes tanto de ómnibus de larga distancia como de aviones y los gastos de representación.