El vocero presidencial, Manuel Adorni brindó su habitual conferencia de prensa en el Salón de Conferencias de la Casa de Gobierno. En ella, subrayó en primero lugar confirmó que el presidente Javier Milei brindará el discurso de inicio de sesiones ordinarias ante la asamblea legislativa el viernes 1 de marzo a las 21 horas. “Con este cambio de horario se busca que la mayor cantidad de argentinos puedan escuchar al presidente luego de su horario de trabajo”, comentó.
Por otro lado, señaló que por decisión del presidente Milei se va a proceder a iniciar las actuaciones para prohibir el lenguaje inclusivo, “y todo lo referente a la perspectiva de género en toda la administración pública nacional. No se va a poder utilizar la letra E, el arroba ni la X, y se va a evitar el innecesario uso del femenino en todos los documentos de la administración pública”.
Ante la repregunta de una periodista presente, el representante de la Casa Rosada dijo que el Gobierno no está dispuesto a ingresar a un debate sobre el lenguaje y declaró que las perspectivas de género se utilizaron como “un negocio de la política”. “El lenguaje que contempla todos los sectores es el castellano, el español”.
En otro orden de cosas, el portavoz presidencial anunció que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) realizó un recorte de “gastos superfluos”. “Se dieron de baja 420 seguros de vehículos en desuso, se dejó de alquilar un edificio de 11 pisos y se aplicó un recorte sobre dos aviones que no tenían ningún sentido, en los que se pagaba un alquiler de 9 mil dólares mensuales”.
“Se redujo un 60% el gasto en servicios de limpieza y seguridad. Desde el 10 de diciembre hasta el día de hoy implica un ahorro para todos los argentinos de 1200 millones de pesos”, agregó. Además, subrayó que SENASA junto a la cancillería lograron la apertura del mercado con Israel en términos de exportación de carne Kosher.
Con respecto a la decisión de Kicillof de presentar un recurso legal por la eliminación del Fondo para el Fortalecimiento Fiscal, que se suma al pedido de Nacho Torres, señaló: “simplemente un llamado a la reflexión, lo cierto es que los argentinos entendimos que queremos vivir en un país normal. En un país normal, un gobernador que mantiene una deuda con la Nación, acepta sus responsabilidades, ajusta su presupuesto, paga sus deudas y de ninguna manera se le ocurriría a amenazar al país con dejarlo sin combustibles“.
“En un país normal, aquellos que dejaron un 55% de pobres y un 30% de inflación mensual, llamarían al silencio, aceptando humildemente sus errores. A un gobernador que administra una provincia que está en default por impericia propia, no se le ocurriría emitir una cuasimoneda sin respaldo“, agregó.
Y apuntó: “En un país normal, los sindicalistas se dedicarían a trabajar para que haya más empleo y no a obstruir la productividad y amenazar con paros permanentes y mucho menos con tirar a un ministro al Riachuelo”. “Nos tenemos que acostumbrar a que la gente ha elegido que quiere vivir en una Argentina normal y que efectivamente este gobierno la está transformando en eso”, cerró.
Sobre una posible convocatoria pro parte de Javier Milei para con los gobernadores provinciales señaló: “Por el momento no está en los planes”.
En cuanto a una evaluación por parte del gobierno de realizar más recortes de fondos a las provincias, aclaró: “Lo que te puedo decir es que las transferencias discrecionales se están dejando de hacer. Los fondos discrecionales van a desaparecer en este momento de la Argentina en el que no hay plata. Solo se va a transferir lo que la ley obliga a la Nación transferir. Todo lo que sea discrecional va a ser recortado”, dijo.
Por último, sobre los tweets que reposteó el presidente Milei en referencia a que en Brasil hay “una dictadura de Lula Da Silva”, señaló: “Ideológicamente, el presidente (Milei) tiene diferencia con su par de Brasil. Pero nada puede interferir nuestras relaciones diplomáticas ni de ninguna otra índole. No veo que lo que el presidente Milei retuitee o pueda manifestar en relación con su par brasileño pueda generar algún conflicto, más que marcar que nosotros estamos por un camino y el presidente Lula por otro”.