“No podemos realizar ninguna actividad dentro del Centro de Jubilados y, además, la Sociedad de Fomento no cumple con su función social”, afirmó José López, uno de los socios afectados por la preocupante situación. En diálogo con “el Retrato…”, López afirmó que el presidente de la sociedad, Rubén Escudero, no les permite ingresar a las instalaciones. “Vive a la vuelta, está dentro de la sociedad y le abre la puerta a otro ámbito institucional, pero a nosotros no. Es un capricho o una represalia”, manifestó.
La situación para los vecinos de la Sociedad de Fomento “Coronel Dorrego”, en Termas de Río Hondo al 2060, es preocupante. Allí funciona el Centro de Jubilados “La Juanita”, pero no pueden ingresar libremente a realizar sus actividades. Según López, todo comenzó “a fines del año pasado, cuando Escudero cambió el candado de ingreso al salón donde se hacen las actividades físicas”. Desde entonces, las restricciones han aumentado al punto de que el Centro de Jubilados atiende en la vereda.
“En diciembre, la gente del centro se dio cuenta que faltaban dos garrafas. Se lo comentaron a Escudero y su respuesta fue cambiar el candado de acceso al sector donde estaban las garrafas que es también el salón donde se realizan las actividades físicas. Este año, cuando iban a empezar las actividades, no nos deja entrar porque no nos da la llave del candado que cambió. Y tampoco nos deja entrar a la oficina”, describió. Por eso, “en estos días, vecinos del barrio, miembros de la Comisión Directiva del Centro y gente que colabora, llegamos a la conclusión que es un capricho, porque no le cuesta nada abrir las puertas de la sociedad”, agregó.
El funcionamiento del Centro de Jubilados se lleva adelante en dicha Sociedad de Fomento por medio de un comodato acordado entre las dos instituciones desde el año 2019 y que tiene vigencia hasta el 2026. Según López, este comodato fue firmado por el propio Escudero como presidente de la sociedad. “Es presidente de la sociedad desde el 2014 y desde esa fecha jamás hizo renovación de autoridades. Además, la sociedad tiene un proceso de normalización que le indica Personería Jurídica, pero tampoco lo cumple. Y el Municipio le paga el convenio de la Sociedad de Fomento, lo cual resulta extraño porque la sociedad no tiene certificado de licencia en Personería Jurídica porque no presenta actualizaciones ni balances desde el 2015”, detalló López.
Dichas irregularidades llevaron a varios socios a desvincularse. Además, López afirmó que “hay un grupo de vecinos, algunos socios del Centro y otros no, que empezaron una acción administrativa ante Personería Jurídica a través de la Subsecretaría de Asuntos de la Comunidad del Municipio. Presentaron una denuncia por todas las irregularidades de la sociedad”. Asimismo, informó que “hay un pedido de intervención, pero Personería Jurídica no actúa” y señaló que “la realidad concreta es que este señor toma represalias sobre el Centro de Jubilados por las denuncias ante Personería Jurídica y el pedido de intervención”.
Otro aspecto preocupante, según López, es que “la Sociedad de Fomento no está cumpliendo su función social. No tiene actividades propias que beneficien al vecino. Alquila el lugar para una actividad de artes marciales, pero no tiene ningún beneficio el socio. Actúa como si fuera su casa”. Y agregó que “la gente mayor del barrio había encontrado en el Centro un ámbito que ofrecía actividades, talleres, algunos en conjunto con el PAMI, otros con el Municipio, y tenía cierta contención para poder socializar en el barrio. Pero quienes no están en esa franja etaria, que no son jubilados, no tienen nada. Cuando podría haber un montón de actividades como en otras sociedades de la ciudad”.
“Estamos en un país donde son pocos los que cumplen las normas y la gente se apoltrona en el poder y se creen impunes de todo. Como no pasa nada, como nadie va preso, nadie paga multa, las cosas pasan y pasan”, finalizó.