Alineados con las políticas de achique que plantea y planea el presidente electo, Javier Milei, el Gabinete de Guillermo Montenegro apunta los cañones para el mismo lado de cara a los próximos 4 años de gestión municipal.
“Que habrá un achique lo habrá, el tema es dónde”, manifestó un alto funcionario municipal a este medio. En este sentido también dijo que hay mucha incertidumbre, “nadie sabe qué pasará y quienes asumirán, el Gordo tampoco lo debe saber”.
En relación a la disolución de la Secretaría de Gobierno, ya sería una decisión tomada. Muchos podrían decir que políticamente es una jugada que no le convendría a Montenegro, porque sería él responsable directo de muchas áreas sensibles; otros también dicen que Santiago Bonifatti no le filtró ningún problema ni responsabilidad, porque lo que sería inminente, además de correrlo de ese cargo, que la secretaría toda sufra una metamorfosis.
En cuanto a la Secretaría de Desarrollo Social hay otro hermetismo particular. Vilma Baragiola, que de un tiempo a esta parte, se la vio en el Concejo, no sabe aún si quitarse o no el traje de funcionaria y ponerse el de Concejal. “Está como loca, nadie le dice nada”. Muchos saben, entre ellos Montenegro, que Baragiola es fundamental para calmar la temperatura de las protestas en las calles de la ciudad.
Seguramente, aún quedan reuniones y negociaciones por resolver. No en vano, se lo vió al electo Senador Nacional, Maximiliano Abad, durante el lunes en el Palacio Municipal. La cantidad de radicales que formarán parte del nuevo Gabinete de Montenegro se está definiendo por estas horas.
Ya es un hecho que Sebastián Puglisi abandona la Secretaría de Educación. Obras y OSSE es un misterio, como así también los sucesores de los retirados.
Por lo pronto, el próximo viernes 8 de diciembre, se realizará el encendido del árbol navideño de la Plaza San Martín a las 20.30 horas, quizás en ese evento, muchos funcionarios sean la última vez que compartan una acto público.