Hondo pesar se vivió en la despedida del doctor Mario Ricciuto, una figura destacada en el ámbito médico de Mar del Plata , quien dejó una marca imborrable tras su paso por el INAREPS, lugar que transformó como Director desde el 2011, donde creó y desarrolló la Red Federal de Rehabilitación, en el tratamiento de discapacidades motoras y viscerales.
Riciciuto había nacido el 8 de julio de 1945 en Duronia, Italia, y su vida fue marcada por un profundo compromiso con la medicina y un inquebrantable servicio a la comunidad.
Ricciuto había llegado a Argentina junto a su madre y hermana, encontrando en Mar del Plata el hogar donde los esperaba su padre, Pascual. Tras completar sus estudios primarios y secundarios en la ciudad, se graduó como médico en 1972 en La Plata, bajo la tutela del Dr. José María Mainetti.
En 1974, contrajo matrimonio con la Dra. María Amelia Rodríguez Rossi, con quien tuvo la dicha de formar una familia con cuatro hijos. En 1976, debido a amenazas contra su familia, se vio obligado a radicarse en Montevideo. Sin embargo, en 1977 regresaron a Argentina, estableciéndose en Mar del Plata, donde forjó una destacada carrera en su especialidad: la Urología.
En 1990, fundó el Centro de Urología junto a otros tres destacados profesionales marplatenses. Su contribución a la medicina no solo se limitó a lo local; el Dr. Ricciuto se especializó en litotricia extracorpórea en San Pablo y Tel Aviv, convirtiendo su centro en una entidad pionera en la región. Su experiencia se extendió a la reparación de lesiones ureterales provocadas en procedimientos quirúrgicos.
La despedida en su velatorio, vio pasar innumerables vecinos marplatense, funcionarios, amigos y mucha “gente de a pie” que supo tratarlo y no solo conocer de su capacidad profesional, sino humana, algo que lo caracterizó a lo largo de toda su vida.