Un trabajo de investigación llevado a cabo por un grupo de investigadores del IPADS, instituto de doble dependencia del CONICET y el INTA, fue ganador en los premios a la Excelencia Agropecuaria 2023.
El trabajo fue realizado por Juan García, Juan Livio y Germán Cantón, entre otros, todos miembros del Instituto de Innovación para la Produccion Agropecuaria y el Desarrollo Sostenible (IPADS, CONICET-INTA). El equipo de investigación fue seleccionado para la terna Mejor trabajo de investigación para los premios a la Excelencia Agropecuaria 2023 (La Nación-Banco Galicia)
La investigación seleccionada se titula “Intoxicación por 7 de oro (Astylus atromaculatus) en bovinos”. La misma comenzó en enero del 2023 ante la aparición de una enfermedad emergente, inicialmente en sistemas de producción ganadera de la región central de Argentina. Se manifestó con un cuadro gastrointestinal seguido de muerte de gran cantidad de bovinos consumiendo forrajes (alfalfa principalmente) asociada a abundante presencia del insecto vulgarmente conocido como “7 de oro”.
“Se presume que, por múltiples factores ambientales se habría desencadenado una superpoblación de este insecto en recursos forrajeros destinados a la alimentación animal”, explica Juan García, investigador del IPADS.
El trabajo de investigación resultó en el diagnóstico inmediato ante la emergencia del problema, y la difusión rápida de información por distintos medios para llegar a la población agropecuaria permitiendo conocer de qué se trataba y como poder evitarlo. Es destacable la relevancia del estudio del comportamiento del insecto y la enfermedad asociada a animales de producción, ya que es un insecto común en Sudamérica, que poliniza cultivos agrícolas a los que habitualmente no tienen acceso los animales de producción. El investigador manifiesta que: “Fue interesante en este caso determinar como un insecto común puede volverse de alto riesgo ante la sumatoria de factores predisponentes. La severa sequía registrada en la región llevó a una escasa floración de cultivos agrícolas, por lo cual el insecto buscó otros nichos florales como fue la alfalfa florecida donde pastoreaban principalmente bovinos”.
Posteriormente se completaron estudios científicos para confirmar la toxicidad del insecto, llevando a cabo un trabajo interdisciplinario e interinstitucional con colegas de países de la región donde también se registraron simultáneamente episodios.
El trabajo regional incluyó estudios colaborativos con otras instituciones de Uruguay y con la colaboración de organismos de investigación de Estados Unidos, los que permitieron confirmar la toxicidad de la ingesta de este insecto en distintas especies (bovinos, ovinos, equinos y cobayos) tanto estudiando brotes espontáneos ante la exposición como ensayos experimentales. Estas investigaciones incluyeron trabajos de campo y laboratorio para el diagnóstico de otros posibles patógenos y, posteriormente, estudios específicos, experimentales, para confirmar la etiología.
Los resultados obtenidos permitieron confirmar una gran variabilidad de incidencia y mortandad que puede generar el consumo accidental del insecto y la rapidez con la que se pueden generar estos episodios, generando un gran impacto económico. También se estudió el comportamiento del insecto permitiendo conocer situaciones donde puede ocurrir dicha problemática y medidas de control y prevención para evitar la enfermedad. Sin embargo, al ser un insecto nativo y beneficioso por su carácter de polinizador, en el trabajo interdisciplinario logrado se acordó tener un abordaje que inicialmente no incluya la aplicación de insecticidas, sino proveer alternativas de manejo tendientes a reducir el contacto entre el insecto y los animales de producción y de esta manera prevenir la toxicidad.
“Ahora estamos trabajando en dilucidar cuál es el principio tóxico presente en este insecto y si la contaminación de reservas forrajeras realizadas oportunamente con alta infestación del insecto mantiene su toxicidad, siendo éstas las principales demandas del sector agropecuario recopiladas durante la ocurrencia de estos episodios”, afirma Livio, residente de la Residencia Interna en Salud Animal del INTA Balcarce.
Por su parte, Germán Cantón, responsable del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, detalla que: “La visualización de los trabajos realizados y a realizar sobre esta temática son de alta relevancia para poder transferir el conocimiento y así tomar medidas preventivas inmediatas. Esto contribuye a estar preparados a futuro ante la reaparición de fenómenos ambientales similares que podrían llevar a la infestación masiva de este insecto en recursos forrajeros. En este sentido, el premio tendría un alto valor, no solo como un reconocimiento al trabajo de vigilancia epidemiológica realizado desde el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, como ya ha ocurrido en otras situaciones ante la ocurrencia de fenómenos emergentes como este, logrando una alta difusión con llegada a medios de comunicación masiva, para alertar tempranamente a los productores ganaderos en situaciones similares y así evitar cuantiosas pérdidas económicas”.
El premio a la Excelencia Agropecuaria es impulsado por el Grupo La Nación y el Banco Galicia y lleva veinte años de trayectoria. El objetivo principal es celebrar el talento y la resiliencia del campo, con la mirada puesta en la innovación, las prácticas sustentables y el profesionalismo de esta industria.