El narco Raúl Martín “Dumbo” Maylli Rivera, quien fue extraditado el miércoles pasado desde Perú donde había sido detenido en octubre del año pasado, se negó este viernes a declarar en la causa en la que está acusado de liderar una banda que utilizaba a niños para vender drogas en inmediaciones de un jardín de infantes, de un comedor comunitario y hasta en una cancha de futbol a la que acudían menores de edad en el barrio “Padre Mugica”, en Villa Lugano, donde recaudaba millones de pesos semanales y causaba terror entre los vecinos.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que ‘Dumbo’ decidió no declarar ante el juez federal número 11 Julián Ercolini, y ahora el Servicio Penitenciario Federal (SPF) busca un penal que sea de máxima seguridad y tenga las condiciones adecuadas para alojarlo, dado que allí deberá permanecer, bajo prisión preventiva, hasta la realización del juicio oral.
Es que el SPF deberá analizar las opciones con las que cuenta, ya que tanto en las cárceles de Marcos Paz como en Ezeiza hay otros narcos -algunos ya condenados y otros con prisión preventiva- con los que está enfrentado y podría generar problemas en la población carcelaria y hasta ponerse en peligro su propia integridad física.
Ercolini indagó a Maylli Rivera como autor de los delitos de “comercio de estupefacientes agravado por haber intervenido tres o más personas organizadas, por la intervención de menores de edad y por haberse cometido en inmediaciones de establecimientos donde se realiza actividades deportivas; organización o financiación de actividades relativas al comercio de estupefacientes, su ingreso al territorio nacional y contrabando; y acopio de armas de fuego y municiones”.
Por estos mismos delitos, a principios de septiembre último 18 integrantes de la banda que comandaba ‘Dumbo’ y otros dos que eran menores de edad, entre ellos su hijo, fueron declarados responsables de los delitos que se les imputaron.
El arresto de ‘Dumbo’ (42), quien era considerado el narco más buscado de la Argentina y por quien el Gobierno nacional ofrecía una recompensa de cinco millones de pesos, se concretó la madrugada del 28 de octubre del año pasado en Parque San Silvestre, en la capital de Perú.
Mientras estuvo prófugo, un abogado particular se presentó ante el juez Ercolini y presentó un certificado de defunción de Maylli Rivera, pero los investigadores descubrieron que se trataba de un documento falso y que la intención fue fingir su muerte para evitar que lo siguieran buscando, confirmaron a Télam fuentes judiciales.
Para los investigadores que trabajaron bajo las órdenes del fiscal Diego Iglesias, a cargo de la Procunar, la organización de ‘Dumbo’ estaba integrada por al menos 20 personas, entre ellas uno de sus hijos y otros familiares, quienes fueron detenidos y sometidos a un juicio oral.
“La comercialización de drogas se habría llevado a cabo en diferentes puntos de venta establecidos en el barrio “Bermejo”, especialmente en inmediaciones de un pasillo con forma de L, al que se ingresa por la calle sin nombre que nace en Av. Castañares. Dicha actividad sería realizada en las inmediaciones del jardín de infantes del barrio “Bermejo”, del comedor comunitario del barrio y la cancha de futbol a la que acuden los menores que frecuentan el lugar”, señalaron los pesquisas.
Además, establecieron que la venta de la droga era realizada por menores de edad, para evitar sospechas y que, en caso de ser descubiertos, no pudieran ser detenidos por ser considerados inimputables.
Para los investigadores, la banda ejercía un total control en la circulación tanto de los vecinos como de los vehículos dentro del barrio, con el fin de evitar el ingreso de efectivos de las fuerzas de seguridad.
“Se manejaban con custodios -fuertemente armados con armas de fuego, las cuales portaban entre sus ropas y exhibían de forma intimidante-, los que brindaban seguridad dentro del barrio para realizar la actividad. Como parte del control ejercido por la asociación, en la zona utilizaban tachos de basura, heladeras y/o sillones colocados en las calles para impedir el ingreso de vehículos”, dijeron los fiscales en su dictamen.
Las tareas de inteligencia que llevaron a cabo los investigadores permitieron establecer que los integrantes de la banda ocupaban varios departamentos en la “Platea 11” donde fraccionaban la droga y guardaban las armas y el dinero.
“La venta se hacía en dos turnos durante las 24 horas, los siete días de la semana”, dijo uno de los pesquisas, quien agregó que la banda “tenía un alto grado de organización, con la participación de los denominados ‘satélites’ y ‘marcadores’ que alertaban a los vendedores sobre el ingreso de policías y personas sospechosas”.
Durante los allanamientos en los que fueron detenidos los integrantes de la organización, muchos de ellos ya condenados, los investigadores secuestraron una importante cantidad de droga como así también un arsenal, compuesto por escopetas tipo Ithaca; pistolas ametralladoras FMK3; revólveres de distintos calibres, pistolas, silenciadores y chalecos antibalas, entre otras