“La Pantera del Oste”, que tiene como protagonistas Eugenia Zorzutti, en el personaje de la Pantera, y Marcos Freije, en su rol de oficial de la policía, se habrá de despedir de Chauvín Microteatro Mar del Plata este jueves 26, viernes 27 y domingo 29, fue escrita por Santiago Giralt, la dirección está a cargo de Alma García, todos actores marplatenses.
En una sala de investigaciones, el jefe de la comisaría tiene una misión difícil: interrogar a una peligrosa criminal trasladada a Mar del Plata por buen comportamiento: la Pantera del Oeste, famosa cantante, bailarina y diva del reggaeton y la cumbia de principios del 2000. Su caso es de público conocimiento, y se la conoce en el ambiente. La Pantera odia el cigarrillo y es capaz de hacer cualquier cosa si encuentra a alguien fumando; ahora muestra sus garras, y trata de defenderse ante la ley.
La trama lleva a dilucidar si es la verdadera autora del crimen de su bailarín, y si el oficial – atrapado por la música y en un estado de éxtasis por la conexión con la acusada, logrará extraer su confesión, o sucumbir ante sus diálogos y su figura hechiceros. El oficial es fanático de La Pantera, y recuerda haber bailado todos sus temas en las matinés juveniles. ¿Será que donde hubo fuego cenizas quedan? Nos preguntamos si son suficientes estos 15 minutos para hacer declarar a La Pantera y desenmascarar el misterio.
Con la actuación cuidada de ambos protagonistas, nos encontramos con una puesta en escena que combina monólogos, baile y canto en una reducción temporal de calidad y contenido efectista. El elenco logra sumergir al público en las microescenas de un modo atrapante, dramático y jocoso a la vez. El vestuario de La Pantera muestra al estereotipo de una cantante de cumbia con detalles que nos remiten a personajes conocidos del ambiente; por su parte el oficial, con una interacción frecuente con los espectadores, es ágil y preciso en sus comentarios. Con muy buen sonido, y las luces que acompañan los distintos momentos en el escenario austero, La Pantera del Oeste, contagia entusiasmo en un final repentino que muestra la habilidad de la directora, creando el momento justo entre acción y corte.