El jefe del Centro Nacional de Coordinación, Manuel Barroso, asegura que se ha cubierto un área de búsqueda que duplica la superficie de la provincia de Málaga. Fueron más de 380 horas de búsqueda para cubrir un área de búsqueda de 15.480 kilómetros cuadrados, lo que equivale a más del doble de la superficie de la provincia de Málaga (7.308).
Un dispositivo «sin precedentes» para localizar a Maxi Ludvik (29 años) y Emmanuel Soria (34), dos amigos que salieron a practicar pádel surf desde la playa de la Misericordia, en Huelin, para ver desde el mar el amanecer del domingo 27 de agosto y compartir mate. Sólo se ha encontrado su tabla.
Salvamento Marítimo dio por finalizado este lunes 18 de septiembre -21 días después de la emergencia- el dispositivo de búsqueda de Maxi y Emma. Una decisión dura y difícil de encajar para las familias de los dos jóvenes argentinos, que han movido cielo y tierra para que las autoridades sigan tratando de localizar a sus seres querido.
Para explicárselo en persona, fueron convocados a una reunión en la Subdelegación del Gobierno a la que asistió el representante accidental del Ejecutivo en la provincia, Juan Pedro Carnero, el teniente coronel de la Guardia Civil José Antonio Carvajal y el jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo, Manuel Barroso, que se desplazó expresamente a Málaga para encontrarse con las familias.
«He venido sólo para reunirme con los padres y explicarles el operativo, aunque en una situación así tenemos que entenderlos nosotros a ellos más que ellos a nosotros», reconoce Barroso, que mide sus palabras con la humanidad de quien se enfrenta diariamente a una emergencia. «Hay un procedimiento internacional que nos sirve de guía, pero aquí se ha buscado muy por encima de la esperanza de vida razonable».
El responsable del Centro Nacional de Coordinación sitúa el punto de inflexión en el hallazgo de la tabla, que fue localizada a la deriva por un velero el 28 de agosto a las 18.43 horas. Estaba a 15 millas al sureste de Málaga. «Cuando aparece la tabla y no los chicos… El tiempo avanza en contra y la probabilidad, que ya es muy baja, va disminuyendo. Cada minuto en el agua es vital por el cansancio y el frío», apunta.
La hipótesis, «que no tenemos forma de demostrar», apostilla Barroso, es que los dos jóvenes trataron de alcanzar la costa a nado. «No podemos determinar qué pudo pasar, sólo que había viento de tierra que los alejó de la playa y que lo más probable es que intentaran nadar hacia tierra firme. Ojalá nos equivoquemos… ».
Fuente: www.diariosur.es