A dos meses de las elecciones generales de octubre, la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, recorrió Escobar junto a su aspirante a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Néstor Grindetti, donde dialogó con vecinos, mostró su músculo político y reforzó su discurso del orden.
Durante el encuentro, la líder de los halcones volvió a remarcar la necesidad de “ordenar” la Argentina, tras conversar con víctimas de inseguridad, con el objetivo puesto en reforzar la diferencia que mantiene con el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, que plantea un cambio en las políticas más deliberado.
“Los vecinos nos transmiten que se sienten solos, que viven en un país donde todo es un caos y no saben si al salir de sus casas van a poder volver”, expresó la ex ministra de Seguridad de la Nación y se comprometió a llevar adelante “las medidas necesarias” para detener los delitos, en caso de llegar a un eventual Gobierno.
Además, Bullrich denunció que los bonaerenses “tienen paro de transporte y piquetes cada dos por tres, llevan a sus hijos a la escuela y saben que no están aprendiendo lo que necesitan aprender, lo mismo les pasa en salud”.
“Entonces sienten que el país es un desorden, que no les da ninguna oportunidad de progreso”, remarcó la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, quien tiene como eslogan de campaña para polarizar con sus dos adversarios en la carrera presidencial, el “orden”.
Por su parte, Grindetti remarcó que “la escalada de la violencia y el delito no encuentra límites y el gobierno provincial está ausente en todo sentido”. “ Necesitamos volver a trabajar de manera coordinada entre las fuerzas de seguridad. Se necesita decisión política y firmeza para controlar el delito”, remarcó.
De la actividad participó el candidato a intendente de Juntos por el Cambio en Escobar, Walter Klix, que en las elecciones primarias obtuvo 14.189 votos (11,4%) y se impuso por un ajustado margen en la interna a Mariano Castagnaro, 13.521 votos (10.8%), quien también acompañó la visita de Bullrich y Grindetti.
Cabe destacar que, Bullrich relanzó su campaña electoral en las últimas semanas al elegir como Ministro de Economía en un eventual Gobierno suyo a Carlos Melconian, con el objetivo de mejorar la estratégia comunicactiva en el área y quitarle votos al libertario Javier Milei.
En esa dirección, la ex ministra de Seguridad cuestionó a su oponente de La Libertad Avanza, al señalar que “las cosas que planteó hasta ahora Milei no las va a realizar”. “Su propio equipo lo niega, dijo dolarización, pero en tres años. Plantea dinamitar el Banco Central, que es algo totalmente inexistente en cualquier parte del mundo”, evaluó.
“Milei puede ser un economista teórico, pero nosotros vamos a la gente. Vamos a solucionarles los problemas a las familias, empresarios y trabajadores argentinos. No vamos a plantear una discusión teórica. Somos prácticos, vamos a los hechos concretos”, arremetió Bullrich.
Además, Bullrich volvió a reforzar su discurso de campaña al asegurar que “la Argentina necesita orden económico que permita que las personas tengan previsibilidad”. “Que si invierten hoy, sepan que en 10 años tendrán frutos. Que si ponen un negocio hoy, en 10 años tendrán tres sucursales”.
“El equipo de (Carlos) Melconian es un equipo potente, que tiene los pies sobre la tierra, que sabe cómo hacer para salir de la crisis e ir hacia la estabilidad y el crecimiento”, argumentó Bullrich, al insinuar que las medidas de Milei son irrealizables.
Es que, los constantes cruces del candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, y el líder libertario, Milei, confirmó que ambos se priorizan como adversarios de cara a las elecciones de octubre, lo que deja en segundo plano a la líder de los halcones, una posición incómoda para cualquier dirigente político en plena campaña electoral.
En ese contexto, el discurso de “ordenar la Argentina”, le permite a Bullrich polarizar con ambos adversarios, además de quedar ante el electorado como la candidata a Presidenta “racional”, una estrategia política que no le sirvió de mucho al jefe de Gobierno porteño.
De esta manera, Bullrich se presenta como la única candidata que tiene capacidad de gobernar el país, frente al candidato del oficialismo que a su vez es ministro de Economía y tiene una inflación descontrolada, y el candidato libertario que propone la venta de órganos.