Mar del Plata: casas sin gente y gente sin casas ¿El Estado algún día va atender a los vecinos?

De un tiempo a esta parte, alquilar una propiedad en Mar del Plata es una misión imposible. No hay ofertas que satisfagan la cantidad de demanda que existe. Los precios de los pocos alquileres que hay se cobran en dólares (no importa la zona) o son en pesos pero muy elevados.

Las propias inmobiliarias, al no tener qué ofrecer, aconsejan “extender el contrato vigente y ahorrarse la mudanza”, porque claro, cuando uno planea una mudanza, debe contemplar el valor del alquiler multiplicado por tres: el mes de adelanto, el valor de un mes para el depósito, y el valor de un mes de honorarios para las inmobiliarias. Más allá de los gastos de informes y firmas ante escribanos (cerca de 25 mil pesos entre ambas condiciones).

Pero eso no es todo. Cuando aparece una propiedad en alquiler decente, es decir, habitable, son cientos los interesados que van a verla con la misma intención, entonces los posibles inquilinos comienzan a competir en una carrera para ir a señar la propiedad: gana el más rápido, el que tiene el efectivo en el bolsillo y llega primero a la inmobiliaria.

La pregunta que muchos se hacen y pocos puede contestar es: ¿Por qué no hay inmuebles en alquiler, cuando hay miles de departamentos cerrados en la ciudad? la respuesta es una: La inflación. Los propietarios no quieren alquilar porque conforme a la inflación que avanza día a día, pierden dinero, entonces los departamentos son alquilados de manera temporaria, en esta lógica de “Mar del Plata los 12 meses” la demanda crece en cada fin de semana largo o no.

Muchos, muchísimos, de los alquileres se realizan por AirBnB una aplicación en donde se ofrecen piezas y propiedades, y se cobra en dólares. Allí los precios por noche de departamentos, según la zona, van desde los 30 a los 300 dólares. (A nadie le importa si a Mar del Plata no hay turismo extranjero).

El negocio es redondo, y nadie lo regula. Claramente, faltan políticas públicas que regulen los precios, la oferta y la demanda.  Todos piden abolir la Ley de alquileres, nadie dice qué normativa la puede suplantar. El tema duerme una siesta eterna en la Cámara de Diputados de la Nación.

Mientras tanto, se ve por todas las zonas como la construcción en la ciudad está en uno de sus mejores momentos, de hecho, en la última sesión del Concejo Deliberante se aprobó tres excepciones al Código de Ordenamiento Territorial (COT) para que se construyan 3 emprendimientos lujos en diversas zonas de la ciudad. Con compensaciones paupérrimas, entre los 3 proyectos que se realizarán se planea construir 589 viviendas nuevas. ¿Pero eso ayudará a la clase media que debe alquilar? La respuesta es NO.

El Concejo Deliberante y el Ejecutivo Municipal miran para otro lado o dicen no tener respuestas cuando se trata el problema habitacional que tiene la ciudad. A ningún partido político le inquieta que Mar del Plata tenga casas sin gente y gente sin casas, alquileres en dólares y la posibilidad de compra totalmente anulada.

Berlín aprobó en el 2021 en un referéndum la expropiación de 240.000 viviendas para que el Estado pueda regular el mercado inmobiliario y acordó la adquisición de 15.000 para alquiler social, es decir, eligen el precio y para qué sectores de la sociedad están destinadas. Entonces, al estar el Estado presente, las inmobiliarias tienen que alquilar sus propios precios para que la competencia tenga algún sentido y alguien les quiera alquilar.

Nueva York, si da beneficios a la construcción privada como hizo el Concejo Deliberante del Partido de General Pueyerredon, pide a cambio que el 30% tengan un valor de alquiler que ellos determinan.

Sin ir muy lejos, en Montevideo, desde el 2019, las propiedades desocupadas por más de un año pagan el doble de un impuesto que se denomina “contribución inmobiliaria”.

Ejemplos hay muchos. Lo que falta es el interés. En el Concejo Deliberante local, en el 2022 se aprobó por ordenanza la creación de la comisión de “Compensaciones Urbanísticas”. En teoría la misma debe establecer “el sistema integral de compensaciones urbanísticas para regular el incremento de los índices de construcción y la modificación de los usos autorizados por el Código de Ordenamiento Territorial (C.O.T.) vigentes a la fecha de sanción del sistema compensatorio propuesto”.

A pesar de esta Comisión, a cambio de las nuevas 589 viviendas nuevas, y de lujo, se les pidió a los empresarios que pongan luz y bicisendas en el Distrito Tecnológico del Conocimiento y la Innovación, ubicado en la zona de la Estación Ferroautomotora.

La ecuación, nuevamente no cierra. Y los marplatenses deben elegir entre pagar en dólares sus alquileres (cuando el sueldo no está en dólares, ni los aumentos salariales van de la mano con la inflación) o vivir en zonas alejadas con humedad y aún así, pagando un costo alto. 

En épocas de elecciones, pedir que se planteen temas de debates serios y propuestas que realmente mejoren la vida de los marplatenses y batanenses, debería ser en vano; pero no lo es. La política, y el Estado Municipal debería estar al servicio de las necesidades de verdad, y el culo en la jeringa debería estar en todos los temas, no solamente en un par, y según el barrio. 

Mientras tanto, poder alquilar una vivienda por 36 meses en Mar del Plata continúa siendo una posibilidad para unos pocos valientes. (Imágenes ilutrativas)                 

Jimena Paternoster