Soledad Romito una estibadora que va por una banca en el Concejo de la mano de Fabián Giovanniello

Soledad Romito no duda en afirmar: Debemos lograr que todas las mujeres seamos empoderadas”. Hoy junto a su hermana Daniela, ahora dirige su propia cooperativa llamada “Cemirza”, la cual fue creada por su padre antes de su fallecimiento. Antes de eso, Soledad trabajó para otras empresas donde tuvo tanto experiencias positivas al encontrarse con personas amables, como desagradables situaciones laborales. Ahora le suma una nueva “actividad” a su vida: es la cuarta candidata a concejal en la Lista “Hacemos por Nuestro País” que lleva como candidato a Intendente de General Pueyrredón a Fabián Pueyrredón al dirigente mercantil Fabián Giovanniello.

En su trabajo en el puerto, Soledad tuvo que enfrentar desafíos debido a la actitud negativa de algunos colegas. Desde miradas despectivas, ignorarla, descalificaciones y cuestionamientos, hasta situaciones de acoso, trabajar en un entorno dominado por hombres hizo que su experiencia fuera complicada. En una de sus primeras experiencias, casi chocó con una grúa porque sus compañeros se negaron a mover sus máquinas. A pesar de que logró superar la situación y realizar miles de maniobras exitosamente, sus compañeros no se lo pusieron fácil.

Levantando las banderas de la igualdad, Soledad también tuvo que enfrentar múltiples denuncias anónimas y confrontar a hombres que la incomodaban simplemente por ser mujer. Hubo muchas ocasiones en las que volvió a casa llorando, pero al mismo tiempo, se negaba a rendirse. Se decía a sí misma: “No me van a vencer”. Con el tiempo, logró ganarse un lugar y sus compañeros se acostumbraron a su presencia.

A su tiempo de estibadora le suma ahora sus ganas de llegar al Concejo Deliberante para sumar la voz de la mujer desde un espacio político que le dará mas llegada a sus reclamos de igualdad.

Quiere poder llevar a cabo sus tareas sin problemas y sentir que ha cumplido el sueño de su padre. Soledad sostiene que hay obstáculos que se presentan para que las mujeres se cansen y abandonen, pero es importante empoderarse y seguir adelante.

Cabe destacar que Soledad no es la primera estibadora en Argentina, ya que menciona que hay mujeres que trabajan en el ámbito de balanzas, silos y bodegas. Sin embargo, es la única estibadora de barcos pesqueros en todo el país. Aunque aprecia el reconocimiento, se cuestiona por qué es así. Acepta que las mujeres no tienen la misma fuerza física que los hombres, pero insiste en que pueden capacitarse y realizar muchos de los mismos trabajos. Ella lo ha estado haciendo día a día durante años.

En el Puerto de Mar del Plata, además de Soledad, solo hay otras dos mujeres: su hermana, que se encarga de labores administrativas en la cooperativa, y una amiga que maneja camiones. Soledad expresa que las mujeres a menudo se encuentran sin trabajo y deben saber que en el puerto hay oportunidades laborales dignas para ellas.

Por lo tanto, uno de los mayores anhelos de Soledad es formar un equipo de mujeres que puedan desempeñar diversas tareas, ya que siempre hay mucho por hacer en el puerto. A pesar de los desafíos, Soledad sigue apostando a que en algún momento será reconocida y ganará el respeto de todos los trabajadores del lugar.