En el marco de la inauguración de la Semana Social, el Intendente Guillermo Montenegro, brindó un extenso discurso en el que se refirió a los valores de la democracia, y la necesidad de los gobernantes a no ser indiferentes. Como no podía ser de otra manera habló sobre la necesidad de continuar creando empleo y se refirió a los marplatenses “que todos los días se levantan a laburar, que apuestan no sólo por su interés sino por el bien común, que dan trabajo, que quieren seguir yendo para adelante para que Mar del Plata siga creciendo”
“Para mí es un honor poder estar en este momento frente a ustedes, no solamente como intendente de mi ciudad, sino como vecino, en un momento tan importante. Con lo cual, primero quiero agradecerles, agradecer por estar acá, por venir a Mar del Plata y acercarse a compartir este momento que es tan especial porque entre otras cosas nos habla de la unión y la importancia de estar juntos y tirar para el mismo lado. Es un orgullo enorme poder recibirlos una vez más en nuestra ciudad y abrir las puertas de la casa que todos compartimos como marplatenses”, comenzó diciendo el Intendente.
En este sentido agregó: “este encuentro nos invita a pensar que la Iglesia no puede quedarse al margen, y quien tenemos una responsabilidad de gobierno, tampoco. No podemos mirar para otro lado, mucho menos ser indiferentes en tiempos difíciles como los que vivimos. Y en este sentido, celebro saber que existen muchas personas que no dejan de mirar a quienes tienen al lado y destinan sus esfuerzos y decisiones enfocadas en mejorar la vida del otro. Afortunadamente, a lo largo de mi vida me crucé con mucha gente así”.
“Se cumplen cuatro décadas desde que volvimos a ser una sociedad democrática en Argentina y es una buena oportunidad para recordar que hay valores que son incuestionables. Y justamente son incuestionables porque nos hablan de nuestra libertad, nuestra capacidad de ser ciudadanos plenos, tomar decisiones sobre nuestra vida y tener participación directa en las acciones que afectan a nuestra ciudad, nuestra provincia y nuestro país. Y no lo digo sólo como el intendente de Mar del Plata, lo digo sobre todo como vecino. Sé que todos los que nos encontramos acá compartimos un valor en común, que nada se puede hablar sin trabajo, sin esfuerzo colectivo y sin solidaridad. Podemos encontrar matices, sin dudas, pero en mi caso puedo decir con orgullo que nunca me van a ver anteponiendo un interés personal antes que el de mis vecinos, antes que el de mi ciudad”.
Asimismo, agregó: “estoy muy orgulloso de recibirlos en nuestra ciudad, que tienen miles de vecinos que todos los días se levantan a laburar, que apuestan no sólo por su interés sino por el bien común, que dan trabajo, que quieren seguir yendo para adelante para que Mar del Plata siga creciendo, que saben que una ciudadanía plena es sinónimo del esfuerzo y del laburo. Y menciono esto porque no puedo dejar de lado que debemos trabajar para lograrlo, tenemos que laburar todos los días para acompañar a quienes quieren hacer las cosas bien, facilitando los trámites, procesos, eliminando burocracias innecesarias que solo sirve para ponerle trabas a quienes eligen apostar y crecer con la ciudad”
“Generar empleo es una visión estratégica que vengo sosteniendo desde que los marplatenses me eligieron como intendente, porque el trabajo genuino no solamente dignifica a la persona que lo tiene, sino que además permite que le enseñe a vivir dignamente a sus hijos. Los empuja a laburar, a estudiar, a esforzarse, a tener compromiso diario con las cosas que importan, a ser responsables, a saber que hay que arremangarse y ponerse a trabajar para lo que uno impide. Y estos valores son los que hacen que una ciudad crezca, que vaya para adelante, que tenga vecinos que pujen todos juntos para hacer las cosas que sean mejor para todos”.
“La convocatoria de este encuentro dice que hay una Iglesia que sale de sus templos y me siento muy identificado con eso, porque entiendo que así también es la función del Estado. Desde el primer día, mi forma de trabajo tiene que ver con salir a la calle, recorrer los barrios y escuchar a los vecinos. No me quedo atrás del escritorio. Espero que todos puedan salir fortalecidos después de los paneles de debate de temas tan interesantes que nos presentan estas jornadas, temas que como gobernantes y como vecinos vemos a diario y de mi parte pongo lo mejor para intentar solucionar. A lo largo de tres días se va a hablar de lo que pasó, lo que aprendimos en el camino y lo que proyectamos construir a partir de eso, porque los problemas de los vecinos duelen, no resbalan, no caen en un cajón, no puede caer en un mensaje sin respuesta. Cuando los marplatenses me cuentan sus problemas y necesidades que tienen en cada barrio, me pongo a pensar en soluciones concretas para esos temas”.
El Intendente local se refirió al diálogo y la escucha: “escuchar implica empatía. Implica también dar una respuesta que muchas veces en el rol que hoy me toca cumplir no es la esperada, requiere más tiempo del deseado para plantear una problemática, pero ante todo, le voy a decir la verdad, no me gusta dar promesas en vano porque siempre prefiero volver a cada lugar y no ir una sola vez. No uso la palabra prometer, elijo las acciones y las soluciones concretas. Siempre es mejor hacer que decir, y ese es el camino que elegimos los marplatenses todos los días”
Finalmente, se refirió a los dichos del Papa Francisco sobre “cuidar la casa común”, y Montenegro manifestó: “es un concepto profundo que nos llama a tener mayor conciencia sobre los temas a los que tenemos que prestar la atención si queremos pensar en el futuro y qué lugar le vamos a dejar a nuestros hijos. Lo que viene es lo que vamos a construir entre todos, dejando de lado las mezquindades que no suman, buscando nuestras fortalezas como país, que son muchas, siendo solidarios, empujando a todos para el mismo lado”, sentenció.