
En el marco de la causa que investiga el homicidio de la mujer de 74 años que apareció calcinada en el Bosque Peralta Ramos, identificada como María Angélica Rossi, el hombre de 31 años acusado del crimen se negó a declarar en las últimas horas ante el Ministerio Público Fiscal.
Después de haberse detenido a Jonatan Cáceres por cometer un hecho similar: el homicidio de Elizabeth Othondo, una mujer de 81 años que fue asesinada en los primeros días de junio en el barrio Chauvín y cuya investigación está a cargo del fiscal Leandro Arévalo y de reunir la prueba necesaria en el marco de la causa que investigaba la muerte de María Angélica Rossi, la fiscal Florencia Salas pidió la detención del hombre de 31 años.
Tal como lo había hecho ante el fiscal Leandro Arévalo en la otra causa, Jonathan Cáceres se negó a declarar este miércoles frente a Florencia Salas, en el marco de la causa en la que quedó imputado también por el asesinato de María Angélica Rossi, tras lo cual regresó a la cárcel en la que permanecerá detenido mientras continúan las pesquisas.
Vale recordar que el hombre incriminado por los dos homicidios había recuperado la libertad en 2021 tras cumplir una sentencia por “robo agravado con privación ilegal de la libertad”. Desde entonces, había adoptado el oficio de techista en una especie de intento de resocialización o, tal vez, como forma de encubrir sus persistentes conductas delictivas.
El homicidio de María Angélica Rossi, de 74 años, ocurrió a principios de mayo en la vivienda de la víctima, ubicada en Los Chañares entre Las Calas y Yanquetruz (Bosque Peralta Ramos). Según la operación de autopsia, la mujer presentaba golpes en el cráneo. Además, y como dato saliente, la casa había sido incendiada, según los investigadores, con el objetivo de ocultar la evidencia de lo sucedido.
Por su parte, el crimen de Elizabeth Othondo, de 81 años, se conoció el 3 de junio por la noche luego de que la mujer fuera hallada sin vida por una amiga que concurrió a su vivienda de Rodríguez Peña casi San Luis. De acuerdo a lo informado por los investigadores, la víctima falleció como consecuencia de golpes en la cabeza en el marco de un intento de robo y su vivienda presentaba indicios de haber intentado ser incendiada, en coincidencia con el asesinato de Rossi, cometido semanas previas.
La hipótesis de que Cáceres era el doble asesino fue fuerte desde un momento cuando, sin saber si quiera su nombre, los investigadores notaron que el modus operandi había sido el mismo: la elección de ancianas que vivían solas como víctimas para robales, la violencia desplegada e intentar prender fuego el lugar para tapar pruebas. Luego, se supo que el hombre había trabajado como peón de techista en ambos lugares.