Los jueces subrogantes Juan Manuel Sueyro, Leonardo Celsi y Raúl Perdichizzi del Tribunal Oral Nº 1 condenaron este miércoles a 50 años de prisión al hombre de 71 años que abusó sexualmente de sus cinco hijas.
Cabe recordar que la fiscal Andrea Gómez (FOTO), quien investigó el caso desde que salió a la luz en mayo de 2020, había solicitado a los magistrados que condenaran al hombre -cuyos datos filiatorios nunca se publicaron para preservar la identidad de las víctimas- a 55 años de prisión, quién seguirá detenido en la Unidad Penal de Batán en la que se encuentra alojado desde hace más de tres años.
Los jueces se refirieron en la sentencia a las distintas formas de violencia que el hombre impuso sobre la familia. “Hubo violencia, denigración, control económico, castigos y premios de acuerdo a cómo accedían a sus pedidos”, sostuvo el Juez Sueyro.
La causa se inició por la denuncia de una de las jóvenes víctimas, la cual se presentó en la Comisaría de la Mujer y la Familia y reveló el calvario al cual la había sometido su padre. Además, la denunciante dijo que sus hermanas también habían sido víctimas suyas en la vivienda que compartían en Guanahani al 6300, y en una losa de Jacinto Peralta Ramos al 1000, durante el periodo comprendido entre 2010 y 2020.
A su vez, la joven entregó a las autoridades un video tomado con su teléfono celular en el que se veía al hombre abusar de ella en lo que había sido el más reciente y último de los ataques sexuales e, incluso, la fiscal contó también con el informe médico recibido por parte de los forenses que examinaron a la mujer, en tanto los profesionales hallaron en su zona genital lesiones claramente compatibles con las agresiones denunciadas. A los elementos anteriores, se sumó que otra de las hermanas se presentó a declarar, a pesar del temor que sentía a algún tipo de represalia, y confirmó los dichos de la anterior.
Asimismo, cuando la policía detuvo al acusado, en suma, encontró en su poder una escopeta calibre 16, un revólver calibre 38, y una carabina calibre 22. Todas esas armas quedaron secuestradas y además de los abusos sexuales que se le imputaron también quedó incriminado por la tenencia ilegal de las mismas.
Tiempo después, el juez de Garantías, Saúl Errandonea, dictó su prisión preventiva justificada “no solo en la magnitud de la pena en expectativa de los delitos, sino también en las circunstancias que rodean al presente caso, la situación de vulnerabilidad que alcanza a las víctimas y a su grupo familiar”.
Según surgió de la investigación, el imputado era un hombre sumamente violento que tenía atormentada a toda su familia: a su esposa la golpeaba y la amenazaba, a sus cinco hijas (de entre 15 y 27 años al momento de la denuncia) las violaba y a sus hijos los castigaba física y verbalmente. Además, poseía armas en su casa -que fueron secuestradas- con las que en más de una ocasión amenazó a todos los integrantes de la familia.