Luego de los airados reclamos de quienes tienen la función de administrar Justicia, y del propio Colegio de Abogados de Mar del Plata, la Corte Suprema de Justicia bonaerense compró dos casas patrimoniales para mudar tres salas de la Cámara de Apelaciones.
Se trata de Villa Devoto y Villa de Bary, propiedades ubicadas en Buenos Aires y Brown, a unos 100 metros de la sede central de Tribunales (Brown N° 2046). La operación se realizó por un monto cercano a los dos millones de dólares.
La idea es llevar allí oficinas, salas de audiencias, dependencias del Consejo Departamental del Instituto de Estudios Judiciales, biblioteca, apoyo de servicio y espacios multiuso, entre otros espacios.
Cabe recordar que el mes pasado, el Concejo Deliberante había autorizado la cesión de los inmuebles, afectados por la ordenanza Nº 10.075 que reglamenta el Código de Preservación Patrimonial, para la localización de las dependencias. También se incluyó a Villa Blaquier (Alvear Nº 2.102/32), aunque no formó parte de la compra hasta el momento.
“Siendo que se trata de importantes inmuebles protegidos y que representan una parte del patrimonio arquitectónico urbano, conformando el patrimonio cultural de la ciudad, al adquirirlos se los pondría en valor, protegiéndolos al ser incorporados como bien de uso público”, había informado la Corte en un documento enviado a la Secretaría de Obras de la comuna meses atrás.
Según adelantaron fuentes judiciales, el máximo tribunal tiene en estudio un enroque en distintas sedes. Las salas de la Cámara de Apelaciones (Fuero Penal) irán a las casonas Villa Devoto y Villa De Bary. En tanto, trascendió que el Fuero Penal Juvenil (La Rioja N° 2130) podría trasladarse a la sede central de Tribunales (Brown N° 2046), mientras que las salas del Fuero Civil (Brown N° 2241) se mudarían al edificio actual del Fuero Penal Juvenil.
Las quejas y el malestar de profesionales de la abogacía, trabajadores judiciales , entre otros sobre las graves falencias de infraestructura que presentan hoy varias de las dependencias judiciales, se acrecentó en los últimos meses ante el peligro cierto, que aún perdura, de un potencial e inimaginable ¿accidente? en el Palacio de Tribunales,.