El Intendente Guillermo Montenegro, y el secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, siempre entendieron lo importante: Hay que llevarse bien con el Sindicato de Trabajadores Municipales para no repetir los malos vicios y malos recuerdos del ex Intendente Carlos Fernando Arroyo; pero ¿a qué costo?.
En un contexto inflacionario de incertidumbre financiera, claramente la recomposición salarial debe ser una obligación de todos los empleadores. Bonifatti lo entiende al pie de la letra y por eso resolvió un incremento salarial del 44% a pagar en los meses de abril, mayo, junio y julio para los trabajadores municipales. En Agosto las partes volverán a reunirse para continuar la negociación paritaria.
Sólo en la Administración Central los empleados municipales son cerca de 6500, según datos oficiales actualizados el 31 de marzo de 2023. A esto, hay que sumarle los empleados de todo los empleados de los Entes Descentralizados y del Concejo Deliberante, que no tiene menos de 250 trabajadores.
Más allá de la escala salarial, la antigüedad, la cantidad de horas, y el rol que desempeñe cada legajo que figura en la nómina municipal, es imprescindible pensar que el sueldo más bajo es de 100 mil pesos; un sueldo promedio para cualquier empleo. Pero esa cifra, mínima, multiplicada por al menos 8.500 mil empleados da un número magnífico, en relación a las tareas que desarrolla cada empleado.
Teniendo en cuenta que, por ejemplo, las grandes tareas de la ciudad (cómo recolección de basura, barrido o funcionamiento del predio de disposición final de residuos) la llevan a cabo empresas contratadas por el Municipio, es inherente pensar dónde están y qué hacen la cantidad de empleados municipales que figuran en la nómina y que recibieron, gracias a los buenos tratos de Bonifatti y compañía, un aumento salarial del 44%.
Nobleza obliga, dentro de la nómina municipal están los docentes y los guardavidas, estos últimos también fruto de Bonifatti y compañía.