
Cómo manda la costumbre cristiana, en Semana Santa el menú elegido por la mayoría es el pescado. Mar del Plata es, indudablemente, la capital de los frutos del mar.
Diversos precios se encuentran al recorrer las pescadería, pero el pescado más fresco está en la Banquina Chica del Puerto marplatense en dónde se puede conseguir el kilo de filete de merluza a $1.300 ; el langostino fresco $2300 y la rodaja de atún a 1500 pesos el kilo.
“Lo que más estamos vendiendo es el filete y las rabas, que cuestan 2500 pesos el kilo. Tenemos a 2400 pesos el tubo de calamar” sostuvo una empleada de una pescadería del puerto de Mar del Plata. Asimismo agregó que el bacalao de cazón está a 3000 el kilo, y el cachete de abadejo cuesta $ 2.000 el kilo.
“Las ventas desde ayer (por el miércoles) subieron mucho, lo que más estamos vendiendo es merluza” sostuvo la empleada quien agregó que todos los años, en la Semana Santa, el comercio acrecienta sus ventas, “es una clásico en todas las familias”
En relación al consumo de pescado en esta época del año, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda a quienes lo consumen, a transportistas y comerciantes de este producto, algunas pautas para tener en cuenta con el fin de realizar una elección inocua, evitar su manipulación inadecuada y prevenir enfermedades transmitidas por alimentos.
Recomendaciones para el consumo
Adquirir los productos de la pesca en los comercios; nunca en la vía pública.
-No comprar productos de elaboración casera o artesanal que no estén debidamente registrados y autorizados.
-En caso de pesca propia, verificar con la autoridad sanitaria local la seguridad de la captura en el área. Conservarlos en hielo durante la pesca y el transporte.
-Es preferible consumir los pescados bien cocidos especialmente en individuos más susceptibles (mujeres embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos).
Sobre el pescado fresco
-Adquirir productos que tengan agradable aroma a mar.
-El pescado debe tener las branquias rojas, las escamas bien adheridas al cuerpo y brillantes; su carne debe ser firme y no ceder a la presión del dedo (los filetes deben ser firmes al tacto).
-Se puede conservar de 1 a 2 días en heladera y hasta tres meses en freezer.
-Los ojos deben ser brillantes ya que la presencia de opacidad o su hundimiento es índice de deterioro.
-Las pencas de bacalao salado deben tener aspecto seco y no presentar puntos rojos o negros en su superficie, pues esto indica que han sido atacados por hongos.
Sobre los productos congelados y las conservas
-Los productos congelados deben conservarse en freezers (-18º C). En caso de carecer de este medio, guardarlos en el congelador y consumirlos en el día.
-No descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos. Nunca descongelarlos a temperatura ambiente y, una vez preparados, consumirlos lo antes posible.
-Las latas de conserva de productos pesqueros –al igual que otros enlatados– no deben presentar abolladuras, ni estar hinchadas, ni oxidadas. Verificar rótulos, procedencia y fecha de vencimiento.
Sobre los crustáceos, calamares y mejillones
-Los crustáceos menores –como camarones y langostinos– pueden presentar un color amarronado-violáceo traslúcido en caso de estar crudos o un rojo intenso cuando se los vende cocidos. Sin embargo, en ningún caso deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco ya que todos estos son signos de deterioro.
-Los calamares deben presentar una piel lisa, suave y húmeda sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie, sus ojos deben ser vivos, brillantes y salientes y su musculatura consistente y elástica.
-Al adquirir mejillones enteros frescos u otros moluscos bivalvos las valvas deberán estar cerradas, en este caso, comprobar si con un leve golpe se cierran. No recolectarlos en playas.