Marta Abachian, una luchadora que nunca bajó los brazos y sigue buscando a su hermano

En el marco del día de la memoria, Marta Abachián, conocida comunicadora marplatense, en diálogo con “el Retrato…” recordó a su hermano desaparecido desde el 27 de diciembre de 1976 en la ciudad de La Plata. Hoy 47 años después, la periodista sigue pidiendo justicia y asegura que la lucha no se acabará “Tenemos la incertidumbre sobre qué fue lo que pasó, lo cual nos lleva a la reflexión de seguir luchando por una democracia de verdad en este país”.

Juan Carlos Abachian, apodado “El armenio” y oriundo de Mar del Plata, fue secuestrado el 27 de diciembre de 1976 en la ciudad de La Plata. En ese entonces, estudiaba Derecho en la Universidad Católica y jugaba al rugby: primero en Universitario, y luego en Mar del Plata Day School como así también trabajaba en un taller de chapa y pintura para mantenerse.

“Estoy muy conmovida, pero a la vez acompañada por mi madre de 91 años y por toda la sociedad”, confesó la reconocida periodista marplatense y remarcó que este año es especial, en tanto no solo se cumplen 47 años del golpe cívico, militar y eclesiástico, sino también 40 años de la democracia, que “esperemos que dure para siempre”.

A su vez, Marta Abachian expresó que, con el correr del tiempo, se está viendo a nivel mundial un avance de la derecha, lo cual hace que haya que estar más alerta, realizando ciertas actividades y recorriendo para informar a la sociedad que hubo un terrorismo de estado y que asesinó a miles de personas. “Hay que redoblar apuestas para que la gente no se olvide”, indicó.

Seguidamente, recordó a aquél 27 de diciembre 1976, cuando desapareció su hermano, y expresó: “Yo tenía 14 años. Desde septiembre de 1976 empezamos a padecer distintos hechos: nos desvíaron en el auto que íbamos con mis padres estas personas encapuchadas y con ametralladoras. A partir de eso, vivimos momentos de mucha angustia e incertidumbre”. 

“Luego, yo empecé a estar en la calle para reclamar y saber dónde estaban los desaparecidos y desaparecidas. Siempre luché para que se marque el camino y se esclarezca lo sucedido. Hasta el día de hoy, no sabemos cuál fue el destino final de mi hermano”, agregó y comentó: “Solo se supo por testimonios que mi hermano estuvo en varios centros clandestinos de detención. Tenemos la incertidumbre sobre qué fue lo que pasó, lo cual nos lleva a la reflexión de seguir luchando por una democracia de verdad en este país”.

Por otra parte, la periodista explicó que actualmente se encuentran llevando adelante una lucha por recuperar alrededor de 300 identidades, es decir, hijos o hijas de desaparecidos que nacieron en cautiverio y que fueron apropiados. “La lucha va hacia ellos, acompañando a las abuelas, padres y madres”, indicó.

“Todavía, hay muchos que faltan juzgar, incluso. Lamentablemente, 8 de cada 10 genocidas están en libertad con prisión domiciliaria”, expuso y comentó: “Vamos a seguir y nunca vamos a bajar los brazos. Es difícil porque muchas abuelas se están yendo, la mayoría ya tienen más de 90 años y problemas de salud, pero estamos nosotras que somos familiares y hay adolescentes que también buscan a sus tíos o acompañan a sus abuelas a seguir con la búsqueda” al mismo tiempo que aseguró que “es difícil, porque hay que luchar con el negacionismo que en estos días está a flor de piel”.