Enérgico rechazo a la libertad anticipada de los policías asesinos de Natalia Melmann

En la mañana de este viernes Gustavo Melmann y Laura Calampuca, padres de la malograda Natalia , se hicieron presentes en el edificio de Tribunales de Mar del Plata para expresar su indignación frente a la posibilidad que los asesinos de su hija obtengan la libertad anticipada, ante el argumento de la defensa de los detenidos argumenta que los implicados son inocentes y fueron además mal juzgados.

Durante su paso por tribunales Gustavo, con gran congoja, dió su testimonio ante “el Retrato… ”  y comentó que “el argumento de la defensa  es irrisorio, plantea que los criminales son inocentes y fueron mal juzgados y por eso no tienen arrepentimiento ni culpa por lo sucedido, lo cual hace a la imposibilidad de otorgar la libertad”

Agrega, además, que en el juicio oral fueron muchas las pruebas y revisadas por todos los estamentos de la justicia argentina.

El juicio hace revivir lo sucedido aquel verano del 2001. Melmann, señala la revisión del juicio como una “fantochada” ya que los testigos se desdecian y varios no quisieron declarar.

“Mi hija estaba comprometida con cada uno de los chicos de su edad. Era la delegada estudiantil, abanderada del colegio.Estaba llena de vida, le encantaba bailar. Le quitaron la vida de una manera atroz. Fue violada, torturada y asesinada con su propio cordón;  tirada como basura “ añade a su relato con lágrimas en los ojos.

” A Natalia la recuerdo siempre como una estudiante comprometida. Ella quería recibirse de obstetra para ayudar a las mujeres a parir. No quería tener hijos propios porque decía que había muchas chicos sin madre, quería adoptar” dijo.

En el transcurso de su relato, sin embargo, no deja de comentar el apoyo de la comunidad en este caso: “Siento que la sociedad nos acompaña, que Natalia no es propia sino del pueblo argentino. Es una causa que todos conocen. Queremos justicia por eso.

Estos veinte años fueron tremendos. Además del proceso judicial sufrimos persecuciones, difamaciones. Ésta es la tercera vez que se los asesinos de mi hija piden la libertad “

Es que el 4 de Febrero del año 2001 Natalia Melman de 15 años de edad no volvió del boliche “Amadeus”  de  la localidad de Miramar. Por la mañana, sus padres se trasladaron a la casa de los amigos y allegados de la víctima en busca de su paradero. Más tarde harían la denuncia la cual fue caratulada como “ Fuga de Hogar”

La ciudad, que en ese momento tenía 24.317 habitantes, fue el escenario del crimen. Vecinos de la zona vieron salir caminando a Natalia de la discoteca con Gustavo Daniel “El Gallo “ Fernandez esa noche. El cual, días más tarde, fue citado a declarar como testigo. Con el correr de los días, sin embargo, dejaba de frecuentar sus sitios cotidianos dentro de la ciudad costera para, más tarde, fugarse.

Los policías Ricardo Alfredo Suarez,  Ricardo Anselmini y Oscar Alberto Echenique, de a poco comenzaron a tener relevancia dentro de la causa.

El 8 de Febrero de ese año, mientras Gustavo viajaba a Necochea en busca de perros rastreadores que puedan colaborar con el paradero de su hija, un joven que buscaba leña en un vivero de Miramar se topó con el cuerpo de Natalia que había sido torturada, violada, quemada y estrangulada con el cordón de su propia zapatilla.

El Gallo” Fernandez fue descubierto a partir del rastreo de su teléfono celular. Declaró que había sido obligado a secuestrar a la víctima por orden de los policías Suarez y Echenique. 

Según los rastros en el lugar del delito se encontraron cinco rastros diferentes en el cuerpo de Natalia.

Ella fue engañada por “El Gallo” Fernández. Luego la llevaron a una casa abandonada para esconderla 4 días, finalmente en el auto de Anselmini llevaron el cuerpo de la joven al vivero donde fue encontrada sin vida.

Luego de un polémico juicio, Ricardo Alfredo Suarez, Ricardo Anselmini y Oscar Alberto Echenique fueron declarados culpables y condenados a reclusión perpetua por tiempo indeterminado más accesorias con el agravante de haber ocultado el cuerpo.

El Gallo Fernandez, por su parte, fue condenado a 25 años de prisión por haberlo encontrado culpable. Sin embargo, la justicia redujo su pena ya que por esos años se encontraba vigente la ley 2×1.

A este horror que revictimiza a la familia de Natalia durante el proceso judicial, debe sumarse la huelga de hambre que realizó su padre para que las salidas transitorias de los asesinos de su hija cesaran; debido a irregularidades de los asesinos mientras cumplian su prisión domiciliaria como, por ejemplo, no encontrarlos en sus viviendas.

Luego de 15 años de prisión los implicados volvieron a solicitar salidas transitorias e insólitamente la justicia volvió a aprobarlas. La familia Melmann debió apelar para que los asesinos sigan sus días en la cárcel.

Hoy, luego de casi 22 años del asesinato, su familia debió salir a la calle, una vez más, para que los asesinos de su hija estén donde deben estar, tras las rejas.